Diversos sectores se pronuncian por ataque de simpatizantes sandinistas en contra de la Iglesia
La represión policial y paramilitar ejercida el domingo en contra del departamento de Carazo, provocó al menos 17 muertos., más de 70 heridos y un centenar de presos que fueron a parar a las cárceles de «El Chipote».
Un grupo de activistas autoconvocados buscaron refugio en la basílica de San Sebastián en Diriamba, que el lunes amaneció sitiada por policías y paramilitares que disparaban a los ventanales de la casa religiosa y amenazaban con ingresar al lugar para apresar a los que ahí se encontraban.
Los refugiados llevaban más de 20 horas sin comer ni beber, y ante el incremento del asedio, los obispos de Managua se prepararon para viajar al lugar a evitar un nuevo derramamiento de sangre, pero la orden de los grupos de choque ya estaba dada. Un grupo de simpatizantes sandinistas, reconocidos por pobladores como trabajadores de la alcaldía de Diriamba y de otras entidades del gobierno, se apostaron en las afueras de la basílica, gritando: ¡Qué saquen las armas!, ¡Qué saquen las armas!, acusando a la iglesia de resguardar armamento en el lugar.
Cuando los obispos llegaron fueron perseguidos e insultados. Al abrir los portones del templo religioso, los enardecidos simpatizantes del gobierno irrumpieron con violencia en el lugar. Paramilitares armados y encapuchados amenazaron y golpearon a todo el que estaba a su paso. Robaron cámaras y pertenencias personales a periodistas y sacerdotes y secuestraron a varias personas que se encontraban refugiadas ahí. El equipo de Univisión que se encontraba en el lugar logró registrar el momento en que los encapuchados apresaban a un grupo de personas y a punta de arma las llevaban fuera de la basílica.
Monseñor Silvio Báez fue herido en un brazo, y Monseñor Miguel Mántica resultó con arañazos en el rostro. El Arzobispo de Managua y el sacerdote de Masaya Edwin Román fueron empujados e insultados por los iracundos. También resultó agredido el periodista de canal 100% Noticias Jackson Orozco, quien producto de los golpes presenta lesión en la nariz y la periodista de Canal 12 Daliana Ocaña. A ambos además les robaron equipos de trabajo y pertenencias personales.
Monseñor Silvio Báez dijo por medio de su cuenta de Twitter que “Hoy más que nunca la iglesia seguirá al lado del pueblo”, mientras Rosario Murillo manifestó, sin jamás condenar los hechos perpetrados por sus simpatizantes, que “están saliendo de la oscuridad y llevando a Nicaragua por los caminos de la luz y el amor”.
Los obispos nicaragüenses tuvieron de inmediato el respaldo de sus pares en la región. La Conferencia Episcopal de Costa Rica dijo en un comunicado luego de expresar su solidaridad con la Iglesia de Nicaragua: » Instamos a la comunidad internacional a colaborar con la solución a este conflicto, para que se encuentre el camino que lleve a la paz».
Los obispos de Panamá también se sumaron al repudio por los actos : «Esta acción irracional es una muestra de la ausencia de escucha del clamor del pueblo, que demanda de sus autoridades un país democrático, en el que pensar distinto a otro no sea causa de persecución y represión», expresaron en un comunicado.
Otros sectores fuera de la Iglesia, también se han pronunciado en respaldo a los obispos tanto a nivel nacional, como internacional. El Secretario Adjunto para el Hemisferio Occidental Francisco Palmieri, expresó en Twitter su indignación con los hechos y manifestó: “La campaña de violencia e intimidación socava el diálogo, debe parar. Crucial encontrar vía pacífica”.
El Secretario General de la OEA Luis Almagro expresó: «Condenamos agresión y la lastimadura en el brazo a Monseñor Silvio Báez en Nicaragua».
La Alianza Cívica condenó los hechos en un comunicado en redes sociales, en el que se solidarizó con los obispos, pero no definió qué camino tomará el diálogo a raíz de estos hechos considerados como extremadamente graves por los diferentes sectores del país.