Luego que Ricardo Martinelli recibiera un salvoconducto por parte de Panamá para salir de ese país y viajar a Nicaragua, tiene temor de abandonar la embajada nicaragüense porque está rodeada por unidades policiales que persiguen a personas peligrosas.
“Hoy (27 de marzo de 2025, día que se extendió el salvoconducto) por órdenes superiores de no sé quién, a todo el que venga a la embajada de Nicaragua, lo están regresando y chequeando, las Unidades Alpha, que son del terrorismo y personas peligrosas”, dijo el expresidente panameño a través de un video que publicó en sus redes sociales.
Panamá concede salvoconducto a Ricardo Martinelli para asilarse en Nicaragua
Martinelli, está asilado desde hace más de un año en la embajada de Nicaragua para evadir una condena de cárcel por lavado de dinero, afirmó que usará el salvoconducto que le otorgó el gobierno de José Raúl Mulino, amigo del expresidente.
“Yo no sé si quieren asaltar la embajada, yo no sé si me quieren hacer algo indebido, y desconozco las razones, pero quiero dejarlo bien claro de qué estamos conscientes y pendientes de todo lo que hagan y todo lo que pase”, añadió.
Salvoconducto otorgado
El permiso otorgado se rige desde este jueves 27 de hasta el 31 de marzo. “Hoy con mi hijo, mi familia y mis allegados he tomado la decisión de aceptar el salvoconducto como asilado político” en Nicaragua, dijo Martinelli en su cuenta en Instagram.
Martinelli, empresario multimillonario de 73 años que gobernó Panamá de 2009 a 2014, ha tratado de evadir una orden de captura para que cumpla la pena de 10 años y ocho meses de cárcel, por lavado de dinero y actos de corrupción durante su mandato.
Martinelli, condenado por lavado, anuncia que se irá a Nicaragua
El canciller Javier Martínez-Acha aseguró que el salvoconducto le fue dado “por causas estrictamente humanitarias” para permitirle seguir “su defensa en condiciones más favorables”, con acceso “en libertad” a tratamientos de salud.
El régimen sandinista permitió que el expresidente instalara un jacuzzi, un centro odontológico, un gimnasio, hiciera parrilladas e incluso bebiera licor en la sede diplomática. Estas acciones llevaron al cierre de la sede, lo que perjudicó a muchos ciudadanos nicaragüenses que residen en Panamá y que dependían de ella para realizar sus trámites migratorios.
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