La aparición de Juan Carlos Ortega Murillo frente al Cosep anunciando un movimiento que se llama 4 de mayo, fecha que Sandino se negó en 1927 a firmar el acuerdo del Espino Negro, tiene una connotación simbólica.
Murillo cree firmemente que su hijo, Juan Carlos, es la reencarnación del General Sandino, luego que un gurú de dudosa reputación; Sai Baba, le dijera que había visto en él la figura del icónico personaje que inspiró a Carlos Fonseca Amador para la fundación del FSLN.
Juan Carlos Ortega no solo leyó una proclama de ataque a los empresarios, el texto evoca las frecuentes intervenciones de Rosario Murillo y usa su misma retórica, pero además finaliza retomando una frase de Sandino, que para algunos ha sido interpretada como una amenaza de muerte a los opositores.
-«La libertad no se conquista con flores, sino a balazos», sentenció Juan Carlos Ortega.
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El Frente Sandinista ha dejado claro en los últimos días su creciente temor de que las protestas en Nicaragua cobren fuerza tras la caída del presidente de Bolivia Evo Morales.
Para agitar a su masa de fanáticos, el FSLN ha recurrido a su principal cuadro de confrontación política Gustavo Porras.
-«Hay que estar pendiente de cualquier acción del enemigo, si aquí nosotros no actuamos, ellos quisieran actuar como sucedió ahorita en Bolivia”, dijo Porras en una asamblea de movimientos sindicales convocada de urgencia este miércoles.
Pero el FSLN ha sacado también a sus cuadros más temibles para la ciudadanía; los paramilitares.
-«Al que levante la mano se la bajamos, estamos listos para aniquilarlos», dijo el líder de un grupo de irregular acompañado junto a varios más que se declararon integrantes del Frente Norte Carlos Fonseca Amador.
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Pero ¿Porqué Rosario Murillo y Daniel Ortega deciden dar a su hijo la tarea de agitación política en medio de este contexto? Hasta ahora Juan Carlos Ortega había tenido un papel protagónico solo en redes sociales, desde donde ofendía a grupos de oposición, sin embargo ayer anunció que su nuevo movimiento se encargará de realizar movilizaciones contra quienes «se declararon enemigos del pueblo».
La exguerrillera sandinista Dora María Téllez cree que las acciones del predilecto hijo de Murillo respoden al inicio de la campaña que Daniel Ortega anunció contra los empresarios el pasado 8 de noviembre.
«Ortega se mostró muy resentido de que los empresarios no vuelvan al redil, de que no vuelvan al cauce donde estaban antes de abril de 2018 y para obligarlos a que vuelvan lo que está haciendo es acciones de fuerza», dice Téllez.
Para la excombatiente guerrillera estas medidas incluyen el uso de los impuestos y la presión de la DGI, el uso de los sindicatos para tomarse empresas y propiedades, así como otros mecanismos muy orientados al acoso, a como lo hizo ayer el propietario de canal 8.
«Tal vez un día de estos aparece Juan Carlos Ortega con uno de sus uniformes pintos en estos grupos paramilitares, porque ya ayer amenazó con balazos», consideró Téllez que piensa que la pareja Murillo intenta dar más protagonismo a sus hijos.
Para Téllez la salida de Juan Carlos a las calles responde también a la necesidad de consolar a los trabajadores estatales ante la obligación de dedicar su tiempo libre a manifestarse por período indefinido.
«El miedo, el terror de los Ortega-Murillo está impulsando de nuevo a someter a los empleados públicos a una humillación y además a un uso de sus días feriados (…) salen ahora a las calles a tratar de aparentar que ellos también se están ensuciando los zapatos», recalcó la excombatiente.
La frase de Sandino leída ayer por Juan Carlos Ortega ya había sido usada en varias ocasiones por él. El año pasado la tuiteó en medio del agitado escenario de las protestas sociales contra su padre y madre.
¿En busca de un reemplazo presidencial?
Braulio Abarca, defensor de derechos humanos. Foto: cortesía
El activista de derechos humanos Braulio Abarca, del Colectivo Nicaragua Nunca + considera que la salida de Juan Carlos Ortega a hacer trabajo de agitación política a las calles «es un signo de alerta», que revela la suma preocupación que se vive en las esferas del poder ante la salida de Evo Morales y el más reciente respaldo de Rusia al nuevo gobierno de transición y están preparando el escenario ante la posibilidad que Ortega no pueda continuar en el poder, formando a un sucesor viable para ellos.
«Obviamente lo que quieren hacer es poner una figura como el hijo de ellos, Juan Carlos Ortega, para hacer como las dinastías que se hacían hace muchos años, como la dinastía que tanto criticaron de Somoza, lo que pretenden es tener a su familia y prolongar a su familia en el poder», expresó Abarca.
El sociólgo Óscar René Vargas coincide en que el temor es lo que mueve las acciones del FSLN porque «saben que ha habido un cambio en la correlación de fuerzas a nivel latinoamericano» y en ese sentido cree que han decidido llevar al extremo «su radicalismo».
«Juan Carlos es la voz más radical de sus hermanos», dice Vargas, al considerar que por ahora este responde más a la imagen que el Frente Sandinista pretende y necesita proyectar. «Su objetivo es meterle miedo a la población», señala.
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