Un multimillonario, un piloto y dos empleadas de SpaceX despegaron este martes de Florida, en Estados Unidos, en una misión que debería marcar una nueva etapa en la exploración comercial del espacio, con el primer paseo espacial privado de la historia.
Un cohete Falcon 9 despegó a primera hora de la mañana desde el Centro Espacial Kennedy, poniendo en órbita la cápsula Dragon que transportará a los pasajeros de esta misión, bautizada Polaris Dawn.
«Felicidades a los equipos de SpaceX y a la tripulación del programa Polaris», exclamó Elon Musk, máximo responsable de la compañía espacial, en la red social X, también de su propiedad.
El comandante de esta misión, prevista para durar cinco días, es el multimillonario estadounidense Jared Isaacman, que lleva varios años trabajando con la empresa de Musk y financia parte del viaje, cuyo costo no se ha revelado.
Uno de los principales objetivos es probar los primeros trajes espaciales de la empresa, blancos y de aspecto futurista, durante una breve salida fuera de la cápsula.
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La nave también se propone alcanzar los 1.400 km de altitud, la mayor distancia recorrida por una tripulación desde las misiones lunares Apolo, hace más de medio siglo.
A más del triple de altitud que la Estación Espacial Internacional, el entorno es completamente diferente en términos de radiación y micrometeoritos, explicó Isaacman en una rueda de prensa el mes pasado.
«Estaremos allí el menor tiempo posible, el suficiente para recoger los datos que queremos», incluido el efecto sobre el cuerpo humano y la nave espacial, dijo.
El paseo espacial, el primero realizado por astronautas no profesionales, se intentará a las 06H23 GMT del jueves desde una órbita más baja, según SpaceX. Se prevé que se retransmita en directo.
– Entrenamiento intensivo –
Es la primera vez que empleados de SpaceX viajan al espacio. Junto a Isaacman, completan el equipo: Sarah Gillis, ingeniera y encargada de la formación de astronautas de la empresa; Anna Menon, quien trabajó para la NASA antes de incorporarse a SpaceX y también es ingeniera líder de operaciones especiales; y Scott Poteet, un teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense y amigo de Isaacman.
Los cuatro llevan más de dos años de entrenamiento intensivo que incluyó cientos de horas en simuladores, así como paracaidismo, buceo y prácticas en la cumbre de un volcán en Ecuador.
Como la nave Dragon de SpaceX no está equipada con una esclusa de aire, toda la tripulación quedará expuesta al vacío del espacio cuando se abra la escotilla.
Dos pasajeros permanecerán a bordo, mientras que otros dos se aventurarán fuera por turnos, durante unos 15 minutos cada uno.
Sujetos a la cápsula, realizarán movimientos para probar los nuevos trajes, desarrollados para soportar temperaturas extremas y equipados con una cámara. «Daremos la impresión de estar bailando», advirtió Isaacman.
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«Imagino que algún día muchas personas o incluso familias enteras saltarán por la superficie lunar con sus trajes de SpaceX», dijo Isaacman. «Es un tremendo honor tener la oportunidad de probarlos en este vuelo».
También están previstos una treintena de experimentos a bordo, entre ellos la prueba de lentes de contacto que miden los cambios en la presión intraocular y la comunicación por láser entre la nave y los satélites Starlink de SpaceX.
Isaacman, propietario de la empresa financiera Shift4, ya viajó al espacio en 2021 a bordo de otra misión orbital de SpaceX que costeó, Inspiration4, la primera sin astronautas profesionales.
Polaris Dawn inaugura el programa Polaris, anunciado con bombos y platillos hace dos años y medio.
Después de una segunda misión similar, la tercera debería ser el primer vuelo tripulado del megacohete Starship de SpaceX, actualmente en desarrollo y destinado a viajes a la Luna y Marte.