En lo que va del año 2024, el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha liberado a 6,100 reos comunes bajo el régimen de convivencia familiar, lo que genera un incremento de los índices de criminalidad e inseguridad ciudadana en Nicaragua, según expertos en derechos humanos.
De acuerdo con un recuento de las notas de prensa del medio oficialista El 19 Digital, del 2018 a la fecha han sido liberados 40,384 reos comunes, de los cuales más de 6,000 fueron excarcelados entre abril y septiembre de 2024.
Los defensores de derechos humanos consideran que la excarcelación de los presos comunes refuerza la impunidad y falta de justicia que existe en el país para condenar los actos y crímenes violentos, mientras que el régimen mantiene una fuerte persecución política y represión contra sus disidentes.
“En Nicaragua aún existen más de 100 personas presas políticas que están injustamente encarceladas con juicios arbitrarios; mientras que se liberan a quienes han cometido delitos que van desde el orden sexual hasta crímenes contra la vida y la dignidad humana”, lamentó Braulio Abarca, defensor de Derechos Humanos del Colectivo Nunca Más.
Impunidad y reincidencia delictiva
Otro experto en temas de seguridad que prefirió el anonimato considera que la liberación indiscriminada de presos comunes con sentencia firme, representa una alerta roja para la seguridad ciudadana, porque alienta a que la población minimice el rol de la justicia y se atreva a cometer actos delictivos.
En esto coincidió Abarca, quien señaló que estas liberaciones se realizan sin que el régimen desarrolle un programa de reinserción integral y atención psicosocial para evitar que estas personas sean reincidentes.
Por el contrario, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo utiliza la liberación de reos comunes como “premio” para la población de cara a fechas conmemorativas como el 18 de abril, proclamado por la dictadura como el Día Nacional de la Paz, con el fin de minimizar la conmemoración de las protestas masivas que iniciaron en 2018 en contra del régimen.
“Están recibiendo una nueva oportunidad para vivir rectamente y para que en convivencia con la familia, en sus hogares sepamos apreciar este otro momento de sus vidas, rectificar errores, continuar caminando como debemos caminar, con conciencia de humanidad”, expresó Rosario Murillo, en el último anuncio de excarcelación a inicios de septiembre.
El último grupo de 1,600 reos comunes fueron liberados en la primera semana de septiembre, en conmemoración de las fiestas patrias. Antes de esa fecha, en julio, fueron liberadas 1,500 personas; mientras que en mayo también fue liberado otro grupo de 1,500 y en abril otros 1,500.
La liberación de reos comunes antes de cumplir sus penas también ha sido criticada por organizaciones feministas, como la Red de Mujeres contra la Violencia, bajo el argumento que tras esos beneficios hay un incremento de feminicidios y de la delincuencia en general en Nicaragua.
Tal es el caso del último hecho violento registrado este jueves 19 de septiembre, en el que un hombre asesinó a su expareja en plena vía pública; a vista y paciencia de los pobladores del municipio de Santa María de Pantasma, lugar donde ocurrió el trágico hecho.
Inseguridad ciudadana es una realidad
Según los resultados de una encuesta del Barómetro de las Américas presentada en marzo de 2024, la población nicaragüense experimenta una realidad de inseguridad ciudadana, de acuerdo con los hallazgos de un estudio realizado con una muestra de 3,000 personas entre junio y julio de 2023.
Según el politólogo José Miguel Cruz, quien participó en la presentación de este informe, es difícil atribuir una razón específica de los altos niveles de inseguridad, pero que era indudable que está relacionada con la liberación de presos comunes.
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