Avilés se declara víctima de «campaña brutal» y dice que no lo van a presionar

El Jefe del Ejército, General Julio César Avilés ofreció una rueda de prensa para los periodistas que trabajan en los medios de la familia Ortega-Murillo.

Dijo que la institución castrense es víctima de «una campaña brutal» y rechazó todos los señalamientos que se han hecho en contra del Ejército por ser permisivos con grupos civiles que portan armas de guerra y a los que se rehúsa a llamar paramilitares.

«Ha habido una campaña brutal contra esta institución,  que es la que ha venido poniendo los muertos, el sudor, la sangre y el sacrificio por tratar de mantener a Nicaragua en esas condiciones deseables de seguridad, de tranquilidad y estabilidad y buscando de manera permanente afianzar la paz», señaló.

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Se fue de manera frontal contra sus críticos y dijo que no se doblegará ante las presiones. «Quiero decir que suficiente razocinio tenemos los miembros del Ejército para no dejarnos arrastrar bajo ninguna circunstancias por otros, que desde afuera consideran que nosotros debemos enrumbar a la nación a un mayor caos. Nunca jamás desde el Ejército de Nicaragua saldrán decisiones que lleven al país a la pérdida de su seguridad y mucho menos arrastrar al país a una situación de guerra», aseguró.

Fue contundente al dejar claro que no le importan los cuestionamientos sobre el manejo que ha hecho de la institución «No nos van a presionar jamás, no hay titular, no hay opinión, no hay redes sociales que valga”, dijo.

Niega a los paramilitares

Avilés  dijo que «bajo ningún punto de vista acepta el concepto de fuerzas paramilitares», por lo que según él no se ha comprobado ningún vínculo del ejército con estos  encapuchados con armas de guerra que mataron a cientos de nicaragüense y atemorizaron por meses al país.

Las preguntas de los periodistas presentes lógicamente no cuestionaban nada, por lo que Avilés no dijo porqué razón se permite a grupos no autorizados por la Constitución y las leyes, portar armamento militar y trabajar de manera coordinada con la policía.

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«Realmente aquí es la policía a la que le corresponde ejercer sus funciones del orden público y serán ellos al marco de lo que tienen instituido en su ley, la ley policial, de la forma que más conviene proceder en sus niveles de actuación, nosotros somos muy respetuosos «, expresó.

También aseguró: «No hay una sola arma que haya salido de los almacenes nuestros» y mencionó que hubo muchas acusaciones contra el ejército que fueron falsas, pues ellos nunca sacaron tanques ni golpearon soldados por negarse a reprimir a como circuló en redes sociales.

Según Avilés, en el contexto de la crisis se dedicaron a proteger por órdenes de Ortega más de 200 puntos estratégicos para garantizar el funcionamiento del país y es una tarea que continúan realizando.

«Estamos hablando de la protección de las principales reservas de combustibles, de alimentos, de vacunas, de los centros de diagnóstico, de los centros de generación y transmisión de energía a nivel nacional y regional, estamos protegiendo los sistemas de comunicación, los sistemas de suministro de agua potable, el aeropuerto y puertos», informó.

«¿Se imaginan que aquí hubieran entrado las maras, o ser invadidos por la droga, los cárteles, aquí no hay nada de eso, les puedo asegurar que aquí no hay maras ni cárteles», dijo Avilés contradiciendo versiones anteriores de su jefe supremo, Daniel Ortega, quien aseguró que lo que el llama «golpe de estado» fue financiado por narcos y ejecutado por maras que operan en el país.

Soldados fieles a Ortega

Después de decir de manera enérgica que no cedería a las presiones de nadie, dijo que «ganas tenía de decirlo desde hace rato» y que todas esas aseveraciones se las ha transmitido a sus soldados.

«La cohesión es un elemento determinante y a los compañeros les hemos dicho  que tengan ellos confianza en su jefe, en que aquí vamos a saber tomar las mejores decisiones”, manifestó.

El Jefe Supremo del Ejército es Daniel Ortega tras una reforma a las leyes de esas instituciones impulsada en el año 2007.

Finalizó diciendo que el Ejército no acepta cooperación condicionada «por dignidad y principios».

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