La dictadura de Daniel Ortega envió una delegación a China para que busquen en ese país comunista a empresarios que quieren invertir en pesca y en agricultura en el país, informó el oficialista El 19 Digital.
El régimen de Ortega ya tiene comprometido al país con los chinos en otros sectores económicos y productivos, especialmente en minería y en construcciones de diversas índoles, a raíz de que ambas naciones restablecieron relaciones diplomáticas en 2021 y, a partir del pasado primero de enero de 2024, entró en vigor un tratado de libre comercio entre los dos países.
Los ministros de Agricultura y Pesca, Bosco Castillo y Edward Jackson, fueron enviados por los Ortega Murillo al III Foro de Ministros de Agricultura de China y Latinoamérica y el Caribe, que se celebra en la provincia costera de Shandong, donde se realizó una conferencia para promover inversiones de empresas chinas que operan en Latinoamérica.
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Les exponen «vocación» agrícola y pesquera del país
Tanto Castillo como Jackson “expusieron acerca de la vocación agrícola y pesquera de nuestro país, sus potencialidades agropecuarias, recursos hídricos y perspectivas favorables de producción y crecimiento económico”, señala la nota de El 19 Digital.
Los representantes de la dictadura también “destacaron la ubicación geográfica Nicaragua, en el corazón del hemisferio americano, sus altos niveles de seguridad ciudadana y acogedor ambiente de negocios que la convierten en un destino idóneo para empresas chinas”, resalta la publicación.
Castillo y Jackson se reunieron posteriormente con funcionarios de empresas dedicadas a la fabricación de invernaderos, fertilizantes, laboratorios, maquinaria de siembra y cosecha, agro procesadoras y equipos para avicultores.
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Consecuencias negativas
En Nicaragua, los pueblos indígenas están altamente preocupados por los acuerdos que la dictadura está firmando para que los chinos aprovechen los recursos del país, porque los asiáticos están reconocidos como voraces devoradores de esos recursos sin importarles las consecuencias ambientales, además de que no son respetuosos de los derechos humanos y menos de los de los pueblos indígenas.
Por otra parte, Ortega y Murillo han encontrado una nueva forma de financiarse con la República Popular China por más de 849.2 millones de dólares en lo que va del 2024. Según economistas consultados por la plataforma Confidencial, esta deuda y la política de endeudamiento del régimen comprometen el futuro de las nuevas generaciones de nicaragüenses, quienes deberán hacer frente al pago de estos préstamos, además de los altos intereses pactados.