La industria cafetalera nicaragüense está en situación crítica. La falta de trabajadores para el corte de la cosecha, la desaparición de importantes exportadoras y la ausencia de políticas efectivas del régimen de Daniel Ortega han generado un cóctel explosivo que amenaza uno de los rubros más tradicionales y lucrativos del país.
En el centro de Matagalpa, una de las principales zonas cafetaleras, los dueños de fincas recorren las calles a bordo de camiones y camionetas, megáfono en mano, ofreciendo hasta 120 córdobas por el corte de una lata de café, más del doble de los 50 córdobas que solían pagar.
Sector cafetalero en crisis: déficit de mano de obra y desplome en las exportaciones
Además, prometen los tres tiempos de comida a quienes se animen a trabajar. Sin embargo, esta oferta desesperada no ha logrado revertir el déficit de mano de obra, que según fuentes del sector ronda el 70% para la cosecha 2024-2025.
La situación se volvió crítica tras la quiebra de Mercon Coffee Group y el cierre de CISA Exportadora en diciembre de 2023, empresas que manejaban el 60% de las exportaciones.
Su caída dejó en el limbo tanto a grandes como a pequeños productores, incapaces ahora de encontrar compradores y financiamiento sostenible.
Con la logística comercial al borde del colapso, el sector cafetalero se ve asfixiado por la falta de incentivos, la incertidumbre económica y la nula atención gubernamental. A través de las redes sociales, cortadores de café y pequeños productores han compartido testimonios que exponen la magnitud del problema.
“Hay dos factores que afectaron directamente este año al rubro de café. Uno de ellos es que ya no existen empresas que compran y vendan el café, tras el cierre de CISA. Segundo, que los pequeños, medianos y grandes caficultores este año no contaron con financiamiento para las labores caficultoras y el corte”, dijo un pequeño productor que comentó un video donde se observa a los propietarios de finca en una búsqueda desesperada por conseguir mano de obra.
Otros usuarios se quejaron de las pésimas condiciones laborales y el maltrato que reciben en las fincas productoras de café.
“Yo sufrí cortando café mal pagado. Que pagaran 150 (córdobas) por lata estaría bien. En Costa Rica, en fincas pequeñas te dan cuarto, casa y se te paga el triple. Lo que pasa en Nicaragua es que la mayoría de dueños de haciendas son aliados de Ortega, por eso hacen con el pobre lo que le da la gana”, dijo otra persona que ha laborado en los cortes de café.
La falta de mano de obra —en gran parte por la emigración forzada de miles de nicaragüenses ante la crisis política y económica— ha dejado a los dueños de finca sin opciones.
“Ni modo, les tocará a los propietarios de fincas porque los corteros se fueron del país y los que quedaron viven esperando las remesas”
El régimen se hace de la vista gorda
Mientras el sector clama por soluciones, el régimen permanece indiferente. Rosario Murillo, vocera y vicedictadora, dedica sus alocuciones diarias a temas irrelevantes o a despotricar contra la oposición en el exilio, sin mencionar en absoluto la crisis cafetalera que azota al país.
Sector minero: la gallina de los «huevos de oro» del régimen
Por el contrario, en un gesto desconectado de la realidad del sector, este miércoles 18 de noviembre de 2024 la Comisión Nacional de Transformación y Desarrollo de la Caficultura (Conatradec) y el Sistema Nacional de Producción Consumo y Comercio (SNPCC) inauguraron el Certamen Taza de Excelencia Nicaragua 2025 en Jinotega.
Este evento, respaldado por la Alianza del Café de Excelencia (ACE), busca promocionar el café nacional en mercados internacionales mientras, irónicamente, los productores locales no consiguen ni mano de obra ni compradores estables para el grano.
El certamen, que se desarrollará entre febrero y junio de 2025, contempla la recepción de al menos 200 muestras de café para ser sometidas a rigurosas catas internacionales.
Esta iniciativa se vende como una oportunidad para consolidar el prestigio del café nicaragüense, y contó con la presencia de representantes internacionales, productores “destacados” y funcionarios del partido de gobierno, todo en un ambiente festivo que contrasta con la agonía del sector.
En paralelo, la crisis de la falta de trabajadores y de sostenibilidad económica sigue profundizándose. De continuar esta tendencia, Nicaragua podría perder su posición privilegiada como exportador de café en la región.