En medio de la constante represión política y de las múltiples denuncias por violaciones a los derechos humanos, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúa engrosando la deuda externa de Nicaragua.
De acuerdo con el último informe publicado por el Banco Central de Nicaragua (BCN), el saldo de la deuda externa total al cierre del tercer trimestre de 2024 ascendió a 15,729.1 millones de dólares, evidenciando el alto nivel de endeudamiento público y privado que afronta el país.
Del total de la deuda externa, el 55.6% (8,751.6 millones de dólares) corresponde al sector público, mientras que el 44.4% (6,977.4 millones de dólares) recae sobre el sector privado.
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Este dato confirma la marcada dependencia del régimen de Ortega a préstamos y desembolsos externos para cubrir el gasto público, los proyectos estatales e incluso la creciente burocracia estatal.
Alto peso de la deuda pública
El informe del BCN detalla que la deuda externa global se incrementó en 130.5 millones de dólares (0.8%) entre el segundo y el tercer trimestre de 2024.
Esta variación se explica por un aumento de 113.1 millones en la deuda pública y de 17.4 millones en la deuda privada.
El mayor peso en el endeudamiento público refleja cómo las finanzas gubernamentales se apoyan fuertemente en financiamiento externo, incluso cuando el entorno internacional ha endurecido sus condiciones para otorgar préstamos al régimen.
Las sanciones internacionales, entre otras medidas, prohíben que el régimen reciba financiamiento de organismos multilaterales —como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Fondo Monetario Internacional (FMI)— en represalia por las violaciones de derechos humanos y la falta de democracia.
A pesar de estos vetos, los datos oficiales del BCN todavía recogen los desembolsos provenientes de otros acreedores oficiales y, sobre todo, de acreedores privados, que en el último trimestre continuaron autorizando recursos a sectores económicos específicos.
Desembolsos y destinos de la deuda
Entre julio y septiembre de 2024, los desembolsos de deuda externa totalizaron 897.7 millones de dólares, de los cuales un 83.5% fue otorgado por acreedores privados y un 16.5% provino de acreedores oficiales.
Estas cifras muestran la persistente participación del sector financiero privado en la asignación de recursos a Nicaragua, mientras que el espacio de maniobra con organismos multilaterales y bilaterales continúa reduciéndose por las sanciones.
De acuerdo con el BCN, los desembolsos totales fueron 4.3 millones de dólares menos (-0.5%) que en el mismo periodo de 2023. Esta reducción obedece a la drástica caída en los recursos dirigidos al sector público (-20.3%), lo cual fue parcialmente compensado por un incremento del 4.4% en los préstamos para el sector privado.
Los desembolsos dirigidos al sector público sumaron 143.1 millones de dólares, reflejando un descenso de 36.4 millones (-20.3%) frente al tercer trimestre de 2023. Esta contracción coincide con la intensificación de restricciones financieras desde el exterior, en respuesta a los señalamientos de represión y corrupción que pesan sobre el régimen.
En contraste, el sector privado recibió 754.5 millones de dólares en el mismo período. El 99.4% de estos desembolsos provino de acreedores privados, principalmente destinados a electricidad, gas y agua (34%), intermediación financiera (29.9%), comercio (25.3%) e industria manufacturera (5.4%).
Pago de capital e intereses
El pago de obligaciones de deuda externa ascendió a 934.2 millones de dólares en el tercer trimestre de 2024, registrando una disminución de 3.5% respecto al mismo período del año anterior.
Del total pagado, 837.7 millones corresponden a principal y 96.5 millones a intereses y comisiones. Un 80.7% de estos pagos correspondió al sector privado, mientras que el restante 19.3% lo asumió el sector público.
Este dato muestra un ritmo significativo de cancelación de compromisos financieros, si bien el Gobierno mantiene una estrategia de buscar nuevos préstamos para sostener el gasto público, en momentos en que las presiones sobre la economía interna, la inflación y el desempleo siguen siendo preocupantes.
El reporte del BCN indica que la deuda externa privada de largo plazo mantiene un período promedio de 14 años, con una tasa de interés ponderada de 5.37%. Sin embargo, hay una marcada diferencia entre el sector no financiero (plazo de 6 años y tasa promedio de 8.15%) y el sector financiero (22 años y 2.52% de interés).
En cuanto a la deuda externa pública, el plazo promedio es de 21 años, con 10 de gracia y una tasa de interés promedio de 2.74%. Para el Gobierno General, específicamente, el plazo se extiende a 25 años (12 de gracia) y una tasa de 3.08%.
Mientras que para el Banco Central de Nicaragua (BCN) el plazo es de 10 años con 3 de gracia, a una tasa de 1.48%. Estas condiciones, aunque favorables en el papel, se ven amenazadas por el endurecimiento de los acreedores multilaterales y bilaterales, que han limitado su apoyo financiero al régimen sandinista.
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