Los palestinos huían el sábado del norte de Gaza después de que el ejército israelí ordenara a casi la mitad de la población que huyera al sur, mientras las tropas israelíes hacían incursiones limitadas antes de una posible invasión terrestre, una semana después del cruento y extenso ataque de Hamás contra Israel.
Israel reiteró en redes sociales y en panfletos lanzados desde el aire sus advertencias de que en torno a un millón de personas huyeran hacia el sur, mientras Hamás instaba a la gente a quedarse en sus casas. Naciones Unidas y grupos humanitarios han advertido que semejante éxodo causaría un sufrimiento humano inenarrable, y pacientes de hospitales y otras personas no podrían trasladarse.
Familias en autos, camiones y carros tirados por burros cargados de pertenencias abarrotaban una carretera principal que se dirigía al sur desde Ciudad de Gaza. Los ataques aéreos seguían golpeando el pequeño territorio asediado, donde empezaban a escasear la comida, el combustible y el agua potable bajo el asedio total israelí. Funcionarios egipcios dijeron que el paso de Rafah abriría más tarde el sábado, por primera vez en días, para permitir salir a los extranjeros.
Israel dijo que los palestinos podían viajar por dos rutas principales sin ser lastimados entre las 10 de la mañana y las 16:00. El ejército dijo el sábado que “cientos de miles” de palestinos se habían dirigido ya al sur. Pero algunos vivían a hasta 20 kilómetros (12 millas) de distancia y muchas carreteras habían quedado destruidas por los bombardeos, un problema que se sumaba a la falta de combustible.
Abarrotan refugio
Miles de personas que huyeron de sus hogares abarrotaban una escuela gestionada por la ONU convertida en refugio en Deir al-Balah, una ciudad al sur de la zona de evacuación. Muchos durmieron al raso en el suelo sin colchonetas o en sillas sacadas de las salas.
“Vine aquí con mis hijos. Dormimos en el suelo. No tenemos una colchoneta, ni ropa”, dijo Howeida al-Zaaneen, de 63 años y procedente de la población norteña de Beit Hanoun. “Quiero volver a mi casa, incluso si está destruida”.
El ejército israelí dijo que sus tropas realizaron redadas rápidas en Gaza para combatir a los milicianos y buscar pistas de las aproximadamente 150 personas secuestradas en el impactante ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre.
El Ministerio de Salud de Gaza informó el sábado de más de 2.200 muertos en el territorio, incluidos 724 niños y 458 mujeres. El ataque de Hamás dejó más de 1.300 israelíes muertos, la mayoría civiles, y casi 1.500 milicianos de Hamás murieron en los combates, indicó el gobierno israelí.
Ante la posibilidad de un éxodo masivo de palestinos, las autoridades egipcias levantaron muros “temporales” en el lado egipcio del fortificado cruce de Rafah, que lleva días cerrado debido a los ataques aéreos israelíes, según dijeron dos funcionarios egipcios bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a la prensa.
Israel ordena evacuación de más de un millón de civiles en Gaza en 24 horas
Incursiones israelíes en Gaza
Las redadas de Israel del viernes fueron la primera noticia sobre tropas israelíes ingresando a Gaza desde que el país emprendió sus incesantes bombardeos en represalia por la masacre de Hamás. Milicianos palestinos han lanzado miles de cohetes a Israel desde el inicio de los combates.
Un portavoz militar declaró las tropas terrestres se retiraron tras sus redadas.
Israel ha llamado a filas a unos 360.000 reservistas y acumulado tropas junto a la frontera con Gaza, aunque no se ha anunciado una ofensiva por tierra. Un asalto contra la densamente poblada y empobrecida Gaza provocará seguramente aún más bajas en ambos bandos en brutales combates casa por casa.
“Destruiremos a Hamás”, prometió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un discurso el viernes por la noche. “Esto apenas es el comienzo”, añadió.
Hamás afirmó que los bombardeos de Israel mataron a 13 de los rehenes. Dijo que entre los muertos había extranjeros, pero no divulgó sus nacionalidades. Israel rechazó esa afirmación. Hamás y otros milicianos palestinos confían en canjear a los rehenes por miles de palestinos retenidos en prisiones palestinas.
En Israel, una población conmocionada por el ataque de Hamás enfrentaba un fuego constante de cohetes desde Gaza. El público está abrumadoramente a favor de la ofensiva militar. Las cadenas de televisión israelíes centran su cobertura en las secuelas del ataque de Hamás y apenas mencionan la crisis que se desarrolla en Gaza.
En la Cisjordania ocupada, el Ministerio de Salud palestino reportó que 16 palestinos fueron asesinados el viernes, lo que eleva a 51 el total de palestinos asesinados en la zona. Según la ONU, los ataques de colonos israelíes han aumentado desde el asalto de Hamás.
Una evacuación masiva
Naciones Unidas estimó que la orden del ejército israelí de que los civiles se desplacen hacia el sur afectaba a 1,1 millones de personas. En ese caso, la población entera del territorio se vería hacinada en la mitad de la franja, que tiene apenas 40 kilómetros (25 millas) de largo.
Funcionarios egipcios dijeron que Egipto, Israel y Estados Unidos habían acordado permitir que los extranjeros en Gaza salieran por el paso de Rafah más tarde el sábado. Un funcionario dijo que tanto Israel como grupos armados palestinos habían aceptado facilitar su salida, y que aún había conversaciones en marcha sobre la entrada de ayuda en el territorio. Los funcionarios no estaban autorizados a informar a la prensa y hablaron bajo condición de anonimato.
Las familias de Gaza enfrentaban un angustioso dilema entre marcharse o quedarse. Los ataques israelíes han destruido cuadras enteras y se han cortado los suministros de comida, agua y material médico en el territorio, que también sufre un apagón eléctrico casi total.
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