Donald Trump llevó este viernes su rivalidad con Barack Obama a las paredes de la Casa Blanca al sustituir un retrato del hombre al que reemplazó como presidente en 2017 por un cuadro suyo que lo muestra con el puño en alto luego de sobrevivir a un atentado.
El republicano de 78 años hizo trasladar el retrato del único presidente negro en la historia de Estados Unidos, el demócrata Obama, al otro lado del pasillo de la entrada principal del edificio.
«Una nueva obra de arte en la Casa Blanca», informó la presidencia estadounidense en su cuenta de X, en un vídeo que muestra el nuevo lienzo cerca de la escalera principal.
El cuadro capta el ya famoso momento en el que el entonces candidato republicano en las elecciones presidenciales aparece con la cara ensangrentada y el puño en alto, tras ser blanco de disparos durante un mitin en julio en Pensilvania.
La escena recuerda a una imagen captada por un fotógrafo de Associated Press (AP) que se hizo viral.
«El retrato de Obama ha sido movido sólo unos metros», respondió en X el director de comunicación de la Casa Blanca, Steven Cheung, a alguien que criticaba el cambio. «Cállate, idiota», añadió.
Tradicionalmente, los presidentes estadounidenses trasladan los retratos de sus predecesores, pero suelen mantener en el vestíbulo principal los de los titulares más recientes del cargo.
Este retrato de Obama se colgó en 2022, durante el mandato de Joe Biden, que fue su vicepresidente de 2009 a 2017.
Trump mantiene una larga rivalidad con Obama.
La tensión se remonta a la época en que el promotor inmobiliario y estrella de la telerrealidad dijo que Obama no era ciudadano estadounidense.
Obama inicialmente lo ignoró, pero luego empezó a burlarse mordazmente de él.
Trump hizo instalar a la salida del despacho oval, en un marco dorado, la foto de su ficha policial, tomada durante su procesamiento en Georgia (sur) por intentar alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
AFP
