La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, anunció en días pasados la colocación de árboles de la vida en diferentes municipios del país.
Los funcionarios sandinistas planean en los meses de octubre, noviembre y diciembre poner a funcionar las estructuras metálicas que cuestan miles de córdobas a la población.
En el pacífico de Nicaragua
Los primeros municipios en los que el régimen instalará los árboles de la vida son La Paz Centro, , Tipitapa y en el sector de Monimbó en Masaya. Según medios oficialistas, el «encendido» oficial de los árboles en estas ciudades será el próximo 16 y 17 de octubre.
Para el 2, 4, 7 y 8 de noviembre, la planificación del régimen es encender los árboles de la vida en los municipios de Ticuantepe, Rivas y Somotillo; mientras que en Managua instalarán dos nuevos árboles en la zona de la rotonda Garita y en el Km 8 en el triángulo de Nejapa.
El norte del país también tendrá arboles de la vida
En ocotal, el pasado 11 de octubre, las autoridades del municipio dieron por «inaugurado» su árbol de la vida, el primero en la cabecera departamental de Nueva Segovia.
En el mismo departamento, pero en el municipio de Dipilto, la alcaldía sandinista tiene como fecha el 14 de noviembre para culminar la instalación de un árbol de la vida.
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Más árboles de metal, menos árboles naturales
Para nadie es un secreto que los árboles de la vida son un capricho de la segunda al mando del régimen sandinista, Rosario Murillo, quien mientras se obsesiona con ordenas más construcciones de ese tipo, autoriza el despale de decenas de hectáreas del país.
Según un estudio realizado en julio pasado por el Observatorio Protransparencia de Hagamos Democracia, a cargo del investigador ambiental Amaru Ruiz, el 75% del territorio nacional está deforestado.
El análisis de situación ambiental revela que Nicaragua pierde anualmente el 10% de sus bosques.