Días después que el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) llamara a diversos sectores del país a trabajar de forma conjunta para afrontar la pandemia en Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega no se ha pronunciado al respecto.
El sector religioso y la oposición del país han dicho estar dispuestos a trabajar en un mecanismo que ayude a la ciudadanía a atravesar la pandemia del Covid-19, no obstante del otro lado no hay respuesta.
Según los analistas, el gobierno sandinista ha dado la espalda ante la solicitud demostrando que no tiene un mayor interés para trabajar de forma coordinada con estos sectores, pero sí solicita préstamos millonarios y el levantamiento de sanciones por la “emergencia sanitaria” que supuestamente atraviesa el país; a pesar que en Nicaragua no se ha decretado un estado de emergencia de manera oficial, ni ha optado por seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El político opositor Eliseo Núñez opina que la pandemia no puede enfrentarse de forma dividida y detalla que Daniel Ortega “demuestra que no tiene ninguna preocupación por la gente”. Advierte que la única manera en que el mandatario se reúna con los empresarios “es para sacarle algún provecho político a la crisis del coronavirus”.
Núñez señala que ante una posibilidad de trabajo conjunto, “el sector privado tanto como la Iglesia está corriendo el riesgo donde el gobierno puede utilizar estos sectores y vuelva a pasar lo que pasó con el Diálogo Nacional donde Ortega solamente se supo aprovechar”.
El exdiplomático nicaragüense Mauricio Díaz concuerda con la advertencia de Núñez y afirma “que el gobierno no está interesado en que le ayuden, sino que va a persistir con este estilo de gobierno tratando de demostrar que tiene toda la fuerza ante la pandemia”.
Azucena Castillo, diputada del opositor Partido Liberal Constitucionalista, señala que el gobierno “desoye el llamado urgente del pueblo y no basta con el apoyo que el gobierno está dando en su modelo de salud pública”.
“A pesar que AMCHAM, Cosep y otras cámara ya está trabajando unidas, el gobierno demuestra desinterés y no estar dispuesto a trabajar con estos sectores”, dice la parlamentaria.
Ortega pretende aprovecharse de la crisis a través de préstamos millonarios
Sin embargo, muchos analistas políticos consultados por este medio valoran que el presidente Ortega lo que más necesita es dinero para oxigenarse y seguir perpetrándose en el poder.
No obstante, el gobierno sandinista pidió al Secretario General de la ONU el “levantamiento completo e inmediato de medidas ilegales, coercitivas y arbitrarias de presión económica para “garantizar una respuesta eficaz y eficiente al COVID-19”.
La semana pasada el gobierno de Taiwán donó un millón de dólares para “combatir el virus”. “Con este fondo se pretende adquirir ventiladores, bombas de infusión, monitores de signos vitales y equipo de succión de secreciones”, dice el comunicado que se publicó en un medio de comunicación propiedad de la pareja presidencial.
Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso a disposición préstamos a países donde se veían afectados por el virus, días después de esta publicación el gobierno de Ortega notificó el primer caso de coronavirus.
Estos son los hechos que llevan a poner en evidencia las intenciones del gobierno, según los analistas políticos, que visualizan que lo único que le interesa es el dinero que hay de por medio en la crisis viral.
“No está escuchando las voces más sensatas del país y pretende calificar un estado de emergencia”, dice el exdiplomático Mauricio Díaz.
Díaz señala que desatender las recomendaciones de organismo internacionales es con el objetivo de que despunte un bote epidémico y crear un caos en el país para decretar un estado de emergencia donde se pueda suministrar “ayuda humanitaria a través de préstamos millonarios como ya lo hizo el BCIE”.
“El objetivo es que Nicaragua sea calificado como un país en estado de emergencia sanitaria para que no le vengan sanciones, para que le traigan recursos financieros internacionales y así seguir en el poder”, manifiesta el exdiplomático.
Para la diputada Azucena Castillo el gobierno sandinista “está mezclando dos cosas diferentes porque quiere que se le levanten la sanciones y solicita ayuda economía, pero no se ve un plan de emergencia como tal”, dice.
“El gobierno no está buscando la ayuda necesaria para solucionar la parte que le duele al pueblo que es la salud. Levantar sanciones no es la línea para esta batalla y los préstamos no son tampoco para esta batalla; es algo incongruente lo que hace esta administración”, dijo la diputada opositora.
Foto principal: El 19 Digital
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