Un vuelo de la aerolínea Copa Airlines, el CMP 106, fue desviado este viernes 15 de noviembre al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría en San José, Costa Rica, debido a las intensas lluvias que afectan la capital nicaragüense, a causa de los estragos de la tormenta tropical Sara.
Las condiciones meteorológicas adversas, provocadas por este fenómeno natural, complicaron las operaciones aéreas y forzaron la aeronave a cambiar de rumbo, priorizando la seguridad de los pasajeros y la tripulación.
Este tipo de desvíos ocurren cuando las condiciones climáticas no permiten aterrizar de manera segura en el destino previsto.
«Debido a las intensas lluvias que afectan la zona, los vuelos de American Airlines, Copa Airlines y United Airlines están en patrón de espera para aterrizar en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino», indica una publicación de la página de aficionados Aviación Nicaragua.
Este portal informó que la lluvia torrencial en Managua, sumada a la baja visibilidad y la amenaza de deslizamientos, hizo imposible que el avión pudiera completar su vuelo en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, ubicado en la carretera norte, obligando a la tripulación a aterrizar en la capital costarricense.
EN VIVO: Declaran alerta amarilla en toda Nicaragua debido a Sara
Horas antes de este anuncio, el régimen de Daniel Ortega y Rosario había decretado previamente alerta amarilla a nivel nacional.
La medida fue anunciada por la vicedictadoraRosario Murillo, quien informó que la alerta fue emitida por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (Sinapred).
Tripulantes a la espera de reprogramación a su destino final
Mientras las autoridades nicaragüenses se alistan para enfrentar los efectos de la tormenta tropical, los pasajeros del vuelo CMP 106 permanecen a la espera de nuevas instrucciones sobre su reprogramación, en medio de la incertidumbre que sigue reinando sobre las condiciones meteorológicas a causa del fenómeno climático.
Este incidente pone en evidencia no solo la gravedad de las condiciones meteorológicas en Nicaragua, sino también la vulnerabilidad de las infraestructuras del país ante fenómenos naturales que, con frecuencia, se ven amplificados por la falta de preparación y medidas preventivas adecuadas.