El Ministerio de Salud (Minsa) ha cerrado al menos nueve centros privados de rehabilitación debido a que, supuestamente, se realizan prácticas de torturas, hacinamiento, no están legalmente constituidos, no están inscritos en el Minsa y tampoco cuentan con protocolos de atención a las personas ingresadas que cumplan con los estándares de salud.
Esos cierres fueron confirmados por medio de un informe detallado del viceministro de salud, el doctor Carlos Sáenz, quien explicó que tres centros están ubicados en Estelí, dos en Nueva Segovia, otros tres en Managua y uno en Chontales. No se sabe exactamente cuáles son los centros clausurados.
En Nicaragua, se vive un clima de tensión y clausura por las embestidas del régimen a cerrar cualquier espacio que no controle o no esté bajo su obediencia.
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La doctora Meyling Brenes, del SILAIS Managua, manifestó que supuestamente estos lugares tampoco cuentan con personal calificado para la atención médica y rehabilitación de las personas ingresadas.
También declaró que no cuentan con un plan terapéutico que contemple las distintas etapas de recuperación de las adicciones y su reinserción comunitaria. Además, “que no cuentan con la infraestructura física, condiciones higiénicas sanitarias ni equipamiento” como camas, sillas, enseres, servicios sanitarios, entre otros.
Según el doctor Óscar Vásquez, de los servicios de Salud del MINSA Nicaragua, señaló que presuntamente se comprobó el uso de terapias de agresión física, psicológica, prácticas de tortura, encierro y aislamiento de los familiares.
Sin embargo, no presta atención a los presos políticos que sufren las mismas medidas represivas.
Minsa sin programa para adicciones
A pesar de tomar estas medidas, el Minsa ha sido criticado por no ofrecer alternativas viables a las personas que buscan tratamiento para las adicciones.
Además, el Minsa ha señalado que no cuenta con un plan integral para abordar el problema de las adicciones y la ausencia de apoyo a los centros de rehabilitación han generado preocupación en la comunidad.
Las otras justificaciones del Minsa
Otra de las justificaciones del cierre es que las personas ingresadas en estos centros se encuentran en condiciones de hacinamiento, lo que representa un riesgo epidemiológico.
Sin embargo, al Minsa no le preocupa el hacinamiento y las aglomeraciones. En tiempos de pandemia del coronavirus, promovieron estas acciones cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), las prohibió. Incluso, los reos se encuentran en hacinamientos y en condiciones insalubres en las cárceles.
También se constató, de acuerdo con el Minsa, que en estos centros habían menores de edad.
El Minsa detalló que los pacientes estaban en “contra de su voluntad” al ser remitidos por sus familiares. Mientras los que ingresaron por su voluntad continúan con las terapias y fueron distribuidos en otros centros que sí están legalmente establecidos.