Las primeras reuniones en el exterior que tiene en su agente el nuevo Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, es para detener la migración ilegal, según reveló en un comunicado publicado este viernes la Casa Blanca.
Rubio viajará a Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y la República Dominicana. En esos países el Secretario de Estado se reunirá con altos funcionarios y líderes empresariales, con el fin de promover la cooperación regional de acuerdo a los intereses esenciales y comunes de Estados Unidos.
Marco Rubio rechaza solicitud de políticos opositores para reunirse en Costa Rica
Uno de los temas principales es detener la migración ilegal.
Se conoció que un grupo opositor nicaragüense habrían aprovechado la visita de Rubio a Costa Rica para solicitar un encuentro con él, pero este declinó la invitación y demuestra que su agenda, al menos en estos momentos, no está dirigida para hablar con los opositores, quienes viven en división y conflictos. Además, su papel de contrapeso contra Daniel Ortega no ha sido muy destacado desde 2018.
Los otros temas de la visita de Rubio
Pero también sostienen en el comunicado que habrá otros temas en agenda.
Afirman que van a “luchar contra el flagelo de las organizaciones criminales transnacionales y los narcotraficantes, contrarrestar a China y profundizar las asociaciones económicas para mejorar la prosperidad en nuestro hemisferio”.
Así son la redadas para arrestar a migrantes en Estados Unidos
China ha ganado influencia en Latinoamérica y está impulsando su economía con acuerdos de cooperación. Esto hace ver que Estados Unidos ha perdido terreno en esta región, pero la política exterior “America First”, impulsada por Donald Trump, parece que se esforzará para recuperar su influencia.
El tema migratorio es controversial alrededor de la nueva administración de Trump, por tratarlo de manera frontal y radical. El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), ha ejecutado redadas masivas de migrantes en muchas ciudades de Estados Unidos y luego los expulsa a su país de origen en aviones militares, esposados de pies y manos, lo que para muchos es un trato “indigno”.