En su primera entrevista desde el destierro, Monseñor Rolando Álvarez habló sobre las últimas horas de su expulsión de Nicaragua y el año de recuperación de su salud integral que le siguió. Reflexionó sobre el año transcurrido y cómo ha ido encontrando la paz interior que tanto necesitaba.
“Siempre que estuve detenido, pensé que a la hora de la liberación después de Nicaragua, la mejor ciudad en la que podía vivir es la eterna (Roma), precisamente porque estoy cerca de Pedro y eso renueva mi fe”, manifestó en una entrevista concedida a EWTN Noticias, publicada este jueves 6 de febrero.
“Yo no me siento exiliado, sino liberado y en la diáspora. En la diáspora siempre crece la fe y se fortalece la esperanza”, afirmó Álvarez, una voz que fue incómoda para el régimen orteguista que lo llevó a la cárcel. Luego explicó que ha tenido un año de recuperación de su salud integral y en lo que ha venido consiguiendo la paz interior que tanto necesitaba.
El sacerdote fue víctima de asedio, acoso y hostigamiento durante muchas semanas por la policía de la dictadura y posteriormente estuvo secuestrado en régimen de aislamiento total en las mazmorras durante varios meses. El 14 de enero de 2024 fue desterrado a Roma junto a dos monseñores y otros laicos.
Su salida de la cárcel
Álvarez indicó que experimentó una profunda alegría mezclada con fe cuando fue liberado de la cárcel y llevado al Aeropuerto Internacional de Nicaragua. En ese momento, recitó y profesó el credo, reconociéndolo como la razón de su secuestro y posterior sufrimiento.
“Yo siempre pensé y creí en mi libertad. ¿Cuándo? No lo sabía, pero siempre esperé salir libre. Insisto que lo que me sostuvo fue la oración. No hay explicación humana para que yo pueda estar libre”, remarcó.
“Yo vine menos cero en todas mis capacidades psicológicas, psiquiátricas, emocionales, afectivas, morales, sentimentales, espirituales, físicas, somáticas. Un año después puedo decir que estoy en un 90 por ciento recuperado”, afirma.
Wilfredo Navarro fue quien entregó en el Vaticano a monseñor Rolando Álvarez
El sacerdote siempre lleva consigo la carta pastoral que el Papa Francisco dirigió a los nicaragüenses el 2 de abril de 2024. En ella, el Papa utilizó un “lenguaje muy doméstico y nuestro” para exhortar a los nicaragüenses a creer y confiar en la providencia divina, incluso cuando no se puede entender lo que está sucediendo.
Sus últimas palabras en la entrevista fueron para dirigirse a los nicaragüenses. “Creo que mi pueblo es de esperanza. Amo mucho a mi pueblo y decirles que soy un obispo para la iglesia universal. Es decir, fui ordenado obispo para Matagalpa, soy cabeza visible de Matagalpa y administrador apostolico de Estelí y lo seguiré siendo hasta que Dios quiera”.