El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, atacó con dureza la decisión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de prohibir el ingreso de biblias al país al ofrecer su homilía de Navidad, este jueves 25 de diciembre, medida que tachó de «ridícula» y una reedición de «poderes oscuros del pasado».
«Pienso en este momento en la ridícula decisión de la dictadura de Nicaragua, como ya hicieron oscuros poderes en el pasado, que recientemente han prohibido el ingreso de libro de la Sagrada Escritura al país, tienen miedo a la fuerza y la luz de la palabra de Dios», aseveró el prelado que vive en el exilio en Miami, desde 2019, por las amenazas del régimen sandinista en su contra.
Llamó a la población a hacer frente a estas medidas con la práctica del Evangelio y la fuerza del nacimiento del Niño Jesús, que la Iglesia católica recuerda en las fechas de Navidad, desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Florida.
«Estos poderes ateos y tenebrosos se olvidan porque no saben de que la palabra de Dios es Jesucristo, la palabra hecha carne acogida en el corazón de los creyentes y vivida y predicada en la Iglesia», aseveró y más adelante fustigó a los dictadores porque dijo que esa medida «lo que muestra es inútil su intento de prohibir la entrada de la palabra de Dios, prohibiendo el ingreso de la Biblia al país porque la palabra es Jesucristo que vive en el corazón de los creyentes», insistió Báez.
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«No basta con criticar en redes sociales»
Al igual recordó que los católicos deben vivir la palabra, practicarla y meditarla como una forma de impedir de que la dictadura logre su cometido con la prohibición de entrada al texto sagrado al país.
«Dependerá de nosotros, los que creemos en él, que la palabra de Dios siga iluminando, consolando y dando fortaleza a nuestro pueblo. No basta gritar y criticar en las redes sociales por la prohibición de ingresar la Biblia a Nicaragua, es necesaria, y esta debe ser nuestra respuesta al gobierno como cristianos, escuchar la palabra de Dios, leerla en la escritura, meditarla, celebrarla y anunciarla incansablemente con la propia vida», pidió el obispo ante la medida del régimen que varias iglesias evangélicas, cercanas a la dictadura, negaron en los últimos días.
Agencias de viaje informaron a los turistas que entre las prohibiciones al entrar al país estaba el de la Biblia, pese a que Murillo a diario habla de Dios, la Virgen María y se proclama como cristiana cuando se dirige a la población nicaragüense a través de los medios sandinistas.
La Iglesia católica es de las que más ha sentido la represión y persecución de la dictadura con sacerdotes, seminaristas y obispos encarcelados y luego expulsados y desnacionalizados, con confiscaciones de sedes de congregaciones religiosas y universidades, así como con la prohibición de las procesiones de Semana Santa, varias de las arbitrariedades y violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua.
Periodista Nicaragua Investiga
