En reiteradas ocasiones los demás países centroamericanos, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, han expresado su preocupación ante el manejo de la pandemia del COVID-19 por parte del gobierno de Nicaragua.
Sin embargo, los medios de la familia presidencial muestran galerías de fotos y vídeos que destacan la atención «solidaria» brindada en centros hospitalarios y se afirma que varios pacientes han sido dados de alta y que «cada día son más los recuperados» en el país, obviando las cifras de contagio que aumentaron dramáticamente en solo cuatro semanas, pasando de 25 casos a 1,464.
Los pacientes que presentan como recuperados de la pandemia, declaran que su mejoría es gracias a «el modelo de salud pública de Nicaragua, que gracias al presidente Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo, es gratuito».
Callan sobre médicos contagiados y fallecidos
La Dra. Marianela Escoto, despedida del Hospital Antonio Lenin Fonseca la semana pasada, asegura que la recuperación de pacientes es una buena noticia, pero el Minsa no ofrece suficientes datos para saber cómo está realmente avanzando la pandemia en el país.
La información brindada por el Ministerio de Salud (Minsa) es escasa, y por lo tanto poco confiable, asegura la Dra. Escoto.
Además considera que las cifras de recuperación no deberían ser las únicas señaladas, «ni siquiera reconocen la muerte del personal sanitario, también debería reconocerse esa parte», indica.
Hasta el momento el Minsa se ha centrado en destacar los casos recuperados y no ha brindado información respecto a la muerte del personal de salud o los contagios de estos, como el resto de países del mundo, lo que Escoto califica como una falta de respeto a «la parte humana, la parte sensible».
El pasado 25 de mayo el médico radiólogo del Hospital España de Chinandega Mario Mayorga fue dado de alta luego de batallar por su vida con síntomas respiratorios agudos. A pesar que el vídeo de su salda fue viral, ni el Minsa, ni el gobierno se pronunciaron oficialmente sobre este caso.
Lo mismo sucedió con un médico del Hospital Berta Calderón al que su hermana denuncio como uno de los primeros trabajadores de la salud contagiados con el virus.
Minsa y sus datos
Durante el último informe, el Minsa contabiliza 55 muertes por COVID-19, mientras que el independiente Observatorio Ciudadano registraba más de mil fallecidos.
La Dra. Escoto asegura que las cifras del Observatorio están más acertadas a la realidad que las del propio Minsa, ya que mientras trabajaba en el Hospital Lenín Fonseca pudo constatar que en la sala COVID diariamente morían entre cinco y siete pacientes, por lo que duda de las cifras oficiales.
A pesar de las enormes diferencias entre ambos conteos, el gobierno continúa promoviendo su campaña de «Amor y solidaridad en la primera línea de batalla contra la Covid-19», afirmando contar con un buen manejo de la situación de salud.
Foto principal; Prensa oficialista
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