Las lluvias fuertes en Managua son sinónimo de inundaciones y calles desbordadas de agua, y en el período lluvioso son más frecuentes estas situaciones. La capital nicaragüense desde hace años ha registrado serios problemas con el sistema de drenaje y su mal diseño.
Las inundaciones en Managua han llegado a extremos tales que urbanizaciones completas quedado casi bajo el agua, o bien vehículos totalmente cubiertos de agua, como ocurrió en el año 2017.
Y a pesar que esto no ocurre desde hace poco, sino hace varios años, la Alcaldía de Managua (ALMA) únicamente contabiliza viviendas anegadas y no presenta respuesta fructífera ante tales situaciones.
Durante ese año, tras registrarse severas inundaciones, el secretario de la ALMA, Fidel Moreno dijo que estaban desarrollando un plan llamado Maestro de Escorrentías de la Capital, con apoyo del Banco Interamericano del Desarrollo (BID), que consistía en crear un canal hacia el Lago Xolotlán, para apoyar al sistema de drenaje, pero hasta la fecha aún no se tiene un panorama claro de la construcción de este proyecto.
Fuertes lluvias inundan barrios de Managua
Por tal razón, debido a que la falta de este canal impide que el sistema de drenaje sea eficiente, la ALMA se concentra en brindar limpieza a los cauces cuando se acerca el invierno para evitar atascamientos de basura que impidan las inundaciones.
Urbanizaciones son parte del problema
Para el ingeniero y agro meteorólogo del Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena), Agustín Moreira, señala que la modificación de “la zona topográfica” de Managua es uno de los causantes de que haya desborde de aguas, atascamientos e inundaciones, cuando se registran precipitaciones, puesto que la construcción de urbanizaciones se ha incrementado en los últimos años, y estos deterioran el ambiente natural de las corrientes de agua.
“Esto ha influido que los factores hayan modificado la estructura ambiental o natural de cauces, debido a las urbanizaciones y las fuertes corrientes de agua que vienen de las partes altas, las que se han despalado y modificado su topografía, están haciendo su circulación de agua muy fuertes y crean este tipo de corrientes”, señala.
Es decir, que las construcciones de residenciales o urbanizaciones inciden en que Managua se inunde, porque no hay una circulación natural del agua debido a las modificaciones que estas hacen a los cauces.
Todos estos factores, combinados con el mal sistema de drenaje en Managua, y las cantidades de basura que botan los capitalinos a diario provoca que los períodos lluviosos sean peligrosos para peatones, por las fuertes corrientes de agua en las calles.
Los puntos vulnerables de Managua
En la exposición del Plan Invierno 2022 que realizó el Ejército de Nicaragua junto con el Sistema de Prevención de Desastres Naturales (Sinapred), a inicios de mayo, se destacó que parte de la misión y tareas de las instituciones para prepararse para la temporada lluviosa, era «asegurar la limpieza de: cauces, alcantarillas, espacios de drenaje de aguas pluviales, a las infraestructuras publicas».
Sin embargo, pese a que los medios oficialistas han afirmado que dicho plan estaba ejecutado casi al 100%, en las calles de Managua se pueden ver pozos de registro (manjoles) abiertos que se rebalsan al momento de una precipitación. La mayoría de estos se encuentran en carreteras, y la estrategia preventivas de la población, es señalizarlos con ramas de árboles.
Por otro lado, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), ha expuesto en sus registros que el Distrito I de Managua es uno de los más vulnerables y susceptibles a inundaciones. De acuerdo a los datos de estas instituciones, 16 de cada 100 personas pueden verse afectadas por las fuertes lluvias.
Managua, de forma general registra 165 puntos críticos, vulnerables a inundaciones, con riesgo alto de susceptibilidad.
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