La selección brasileña terminó 2024 igual que empezó el año: sembrada en un mar de dudas tanto por los resultados como por el juego mostrado, muy por debajo de lo que se espera de los pentacampeones del mundo y sus figuras.
Los dos empates 1-1 cosechados contra Venezuela el jueves en Maturín y ante Uruguay el martes en Salvador, en las últimas presentaciones del año, hicieron olvidar la doble jornada de octubre del clasificatorio sudamericano para el Mundial de 2026.
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El mes pasado, venció a los colistas Chile (2-1) en Santiago y a Perú (4-0) en Brasilia, con actuaciones en las que mostró una aparente mejora y se consolidó en la zona de clasificación directa.
El técnico Dorival Júnior sigue pidiendo tiempo y confianza para su trabajo y la evolución del equipo, que cerró 2024 en la mitad de la tabla (quinto, con 18 puntos), a siete unidades del líder, Argentina, a falta de seis partidos para el final.
Pero la prensa brasileña no parece dispuesta a darle un compás de espera. Este miércoles algunas voces clamaron por la llegada de un entrenador extranjero que cambie de una vez por todas la dinámica floja en la que el equipo ha entrado desde hace años.
«La CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) escogió a un buen entrenador, un profesional correcto, pero que no tiene la estatura que el desafío demanda. Y no es un caso exclusivo de él: vale para todos los técnicos brasileños de este momento», escribió el escritor Alexandre Alliatti en el portal Globo Esporte.
– Peor inicio desde 2003 –
Contratado en enero, Dorival termina su primer año al frente de la Canarinha con seis victorias, siete empates y una derrota (1-0 contra Paraguay, en las eliminatorias).
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Se trata de los peores resultados en los primeros 14 partidos de un seleccionador brasileño desde 2003, con Carlos Alberto Parreira. El desempeño incluye la eliminación en penales en cuartos de final de la Copa América de Estados Unidos en julio, a manos de Uruguay.
A pesar del flojo arranque, nadie pone en duda de que Brasil estará en el Mundial, principalmente porque Sudamérica tiene derecho a seis boletos directos y otro más a la repesca para diez selecciones en liza.
En favor del DT hay tres aspectos claros: el primero, la renovación del equipo, tras el fracaso en Catar 2022.
El segundo, la confianza en jóvenes como Savinho, Estevao, Luiz Henrique, Abner, Igor Jesús y Vanderson, entre otros. La salvedad es el prometedor Endrick, quien ha tenido pocos minutos.
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El tercero, Dorival todavía no pudo contar con la gran figura brasileña, Neymar, quien recientemente regresó a los terrenos de juego tras estar más de un año lesionado.
Se espera que el goleador histórico del scratch, de 32 años, aporte el desequilibrio, el talento y el gol que el ataque brasileño echa en falta.
– Vinicius no rinde –
Los comentaristas y la hinchada han descargado su malestar por las supuestas actuaciones flojas de algunos jugadores, como los veteranos Danilo y Maquinhos y el mediocampista Lucas Paquetá.
Acostumbrado a las divisiones, en Brasil hay consenso en algo: Dorival no ha logrado, por ahora, que Vinicius Junior rinda al mismo nivel con el que actúa en el Real Madrid.
El atacante parece ser otro jugador cuando juega de ‘amarelo’, sin el desborde y el desequilibrio que muestra en su club, los cuales lo llevaron a pelear por el pasado Balón de Oro.
Él mismo ha reconocido su irregularidad y la del combinado nacional.
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Aunque la Canarinha jugó una buena primera parte contra Venezuela, su rendimiento cayó considerablemente en la segunda mitad.
Contra Uruguay, mostró todas sus carencias a la hora de superar una defensa sólida, en especial la falta de un camisa 10 puro, capaz tanto de asistir a los delanteros como de decidir un duelo por sí mismo.
Con la lluvia de críticas, Dorival ve con preocupación el calendario más inmediato del equipo, en el que chocarán en marzo con rivales de alta exigencia: Colombia (4°) y la líder Argentina.
«En Brasil, las personas son resultadistas. Soy consciente de esto. Lo viví en los clubes que dirigí. Ellos confiaron, creyeron en mí y yo respondí con resultados», dijo el DT.