El opositor Luciano García expresó que no cederá su lugar en la política «a una persona que no tiene la suficiente madurez ni siquiera para gobernar un hogar», como una respuesta al reclamo de jóvenes opositores de que «los viejos» en la política nicaragüense los tachan de «inmaduros».
García refirió que la juventud nicaragüense ya tuvo la oportunidad de gobernar el país, cuando los sandinistas, a quienes se les conocía como «muchachos», y que la mayoría no pasaba de los 35 años de edad, alcanzaron el poder en 1979 solo para dejar un país y una sociedad destruidos.
«Yo tengo miedo porque las inmadureces te hacen cometer errores. Ojalá y esta juventud que está no se les ocurra hacer las barbaridades que hicieron estos muchachos (sandinistas) cuando entraron en el 79. Pero el temor existe», expresó García.
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Las quejas de los jóvenes
Jóvenes opositores, como Samantha Jirón y Hansell Vásquez, acusan a los viejos políticos opositores de obstaculizar la unidad enfrascándose en pleitos estériles, de no valorar el potencial de la juventud y de solo tomarlos en cuenta para llenar una cuota de espacio.
«Los jóvenes somos valiosos en los espacios y somos los que vamos a estar en un futuro. Pero, para muchos, no lo ven de esa manera. Siempre nos tachan que tenemos inmadurez, de que podemos ser utilizados de manera interna y simplemente no valoran que vos podas tener la capacidad de aprender, de tomar decisiones», manifestó Jirón.
«La dificultad más grande en los sectores de oposición, para unirse, está en los viejos, no está en los jóvenes. Los jóvenes al final de cuentas se sientan y pueden dialogar entre ellos y no tienen un antecedente tan complejo, no tienen tantas heridas, no tienen tanto odio, no tienen tantos intereses planteados para el futuro, como si lo tienen los sectores políticos más antiguos», declaró por su parte Vásquez.
Vásquez agregó que esos políticos antiguos alguna vez representaron a la oposición, entre comillas, pero la ciudadanía ya no se sentía representados por ellos, sino que, en 2018, las personas que salieron a protestar «querían una desvinculación de los sectores políticos antiguos, porque el vicio y toda la corrupción que había trascendido en el país también era responsabilidad de estas personas que estaban dentro de los sectores políticos organizados».
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Los compara con el sandinismo
La excusa de García, para decir que no confía en los jóvenes, es el espejo de los sandinistas, jóvenes que gobernaron el país en los años ochenta del siglo pasado, pero cometieron toda clase de atrocidades en contra del pueblo nicaragüense.
«A mí me da pavor que nos pase lo del 79, que dejamos (el país) en manos de los jóvenes. Imagínate, ¿qué edad tenía Daniel Ortega en el 79?. Todos ellos tenían menos de 35 años, creo que el mayor era Tomás Borge, y míralos, desastre de país que nos dejaron, que seguimos pagando las consecuencias de la horrenda capacidad de gobernar que tuvieron, despiadada, de los años ochenta», expresó el activista conservador.
García finalizó diciendo que a los jóvenes «hay que ayudarlos, formarlos, dar(les) espacio, pero deben ir acompañados juventud y experiencia.
«Es difícil que uno confíe (en los jóvenes)», remató.
Redacción Central
