En Nicaragua, los hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo no solo llevan su apellido, también manejan los hilos del país en áreas claves como negocios, medios de comunicación, moda, deportes y la famosa economía naranja. Pero, estos cargos no son para cualquiera: solo para los herederos del poder.
Laureano Facundo Ortega Murillo es uno de los que sobresale. En diciembre de 2021, usurpó el papel del canciller Denis Moncada y restauró las relaciones diplomáticas con China. A partir de ahí, se convirtió en el contacto principal del gobierno nicaragüense con los chinos. Después, firmaron acuerdos económicos que eran tarea del ministro de Hacienda, Iván Acosta. Luego representó al país en reuniones parlamentarias, dejando en segundo plano al diputado sandinista Gustavo Porras.
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Pero Laureano, sancionado por Estados Unidos, no solo se mueve en la política. También brilla, o al menos lo intenta, en la Fundación Incanto, organizando presentaciones en el Teatro Nacional Rubén Darío. Según Daniel Ortega, su hijo solo está ahí para “promover el canto entre los jóvenes de escasos recursos”. Sin embargo, en los conciertos de Laureano, las butacas no las ocupan niños pobres, sino altos funcionarios del régimen y diplomáticos rusos.
En una entrevista en 2018 con France 24, Daniel Ortega negó que sus hijos tuvieran cargos en el gobierno y calificó las acusaciones de nepotismo como «falsas». Pero la realidad parece contar otra historia, una donde los hijos de los dictadores no solo heredan el poder, sino también el control total.
Rafael, el encargado del dinero
En la familia Ortega-Murillo, todos tienen su rol, y el de Rafael Antonio Ortega Murillo es el de guardián del cofre del tesoro. Puede mantenerse fuera de los reflectores, pero su influencia en los negocios y las finanzas del régimen deja claro que, en esta familia, el poder es un asunto de cuentas bancarias.
Según una investigación del periodista Octavio Enríquez para Confidencial, 22 empresas privadas están vinculadas a la familia, a nombre de 18 ejecutivos de empresas y cinco abogados.
Rafael no solo maneja dinero, también se mueve en la diplomacia. Es el contacto principal del régimen con Venezuela y Cuba, acompañando a su padre en visitas a estos países aliados. Pero no todo es color de rosa en su historial: Estados Unidos lo sancionó por ser el administrador clave del “esquema financiero ilícito”.
Entre las empresas que administra Rafael, dos han sido sancionadas por Estados Unidos: DNP Petronic e Inversiones Zanzíbar.
Los hijos de los dictadores: controlando los medios y el mensaje
Hace muchos años estuvo en las sombras Daniel Edmundo Ortega Murillo, pero ahora se destaca por ser el coordinador del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, un despacho controlado directamente con su madre, Rosario Murillo, bajo la “Estrategia de Comunicación”, que indica que la información oficial debe salir “sin contaminación”.
Hoy, Daniel Edmundo sigue esa línea con precisión, asegurándose de que cada palabra difundida refuerce la narrativa oficial. Coordina un sistema diseñado para silenciar voces contrarias y monopolizar el mensaje, para que solo se escuche lo que el régimen quiere que el pueblo sepa.
Daniel Edmundo, quien además es el director de Canal 4, se reúne con directores de agencia de noticias rusas como Sputnik y RT, grupo de medios de China y CGTN e igualmente medios venezolanos como Telesur, con el fin de “fortalecer” acuerdos y crear una alianza estratégica.
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La hija que mueve la “economía naranja”
En el clan Ortega-Murillo, Camila Antonia es la asistente personal de su madre. Recientemente ella y su cuñada Xiomara Blandino, pareja de Juan Carlos, dieron a luz a sus hijos. Pero al parecer, el nieto favorito de los dictadores es el de Camila, ya que se le ha visto cargando en varios eventos públicos y hasta han divulgado fotos de él, mientras que el hijo de Juan Carlos tiene menos participación.
Juan Carlos está a la cabeza de Canal 8, comprado con fondos de la cooperación venezolana. Este es el único que no se destaca y solo aparece en conciertos de rock en bares nocturnos en Managua.
Camila lidera Nicaragua Diseña y la Comisión Nacional de Economía Creativa y Naranja. Ella está sancionada por Estados Unidos al igual que sus hermanos Laureano, Rafael y Juan Carlos. Ella, Luciana, Carlos Enrique, Daniel Edmundo y Maurice, el otro grupo de hijos de los dictadores, tienen bajo su responsabilidad la dirección de los canales de televisión 13, 2 y 4.
Maurice es ahora delegado de la Presidencia y se ha destacado últimamente como el encargado de estar en el área de deportes. Carlos Enrique, conocido como ‘Tino’, es hijo únicamente de Murillo, pero Ortega lo adoptó. Él se ocupa de la parte técnica de Canal 4 y de las transmisiones de las ligas locales de béisbol.