Nicaragua está conformado por cuatro Poderes del Estado: el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, el Poder Electoral y el Poder Judicial. Cada uno de ellos tiene una función diferente y son independientes entre sí y se coordinan armónicamente, subordinados únicamente a los intereses supremos de la patria, según la Constitución Política de este país.
Sin embargo, analistas políticos consultados por Nicaragua Investiga explican que no existe una independencia de estos poderes y hay un sultanato que los controla, señalando al presidente Daniel Ortega de mandar sobre estos cuatro poderes. Además aseguran que no hay control constitucional, algo que práctica un “régimen autoritario” dominando a su favor estos órganos del Estado.
¿Cómo funcionan los poderes de Nicaragua?
Poder Ejecutivo
El Poder Ejecutivo es ejercido por el presidente de Nicaragua, quien es Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Jefe Supremo del Ejército de este país. El actual partido político en el pod er es el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), dirigido por Ortega y cuya política partidaria está basado en el socialismo.
Este poder está conformado por la vicepresidencia, ministerios del estado, entes descentralizados, empresas del estado, secretarías, entre otros órganos que integran el Ejecutivo. Su principal función es hacer cumplir las leyes, administrar el país y dirigir el gobierno.
Poder Legislativo
El Poder Legislativo lo ejerce la Asamblea Nacional por delegación y mandato de los nicaragüenses. Está conformado por diputados electos por el pueblo cada cinco años, quienes se encargan de aprobar, modificar y reformar las leyes de la república, el presupuesto y nombra a los Magistrados de los poderes Judicial y Electoral.
La Asamblea Nacional, la cual es controlada por legisladores sandinistas, está integrada por noventa diputados con sus respectivos suplentes elegidos. Está conformado por el plenario, la Junta Directiva y Comisiones Permanentes.
“El Poder Legislativo es construido para poder expresar las opiniones políticas de quienes lo conforman, y que esas opiniones políticas se conviertan en legislación, dependiendo del balance de votos que tiene. Como cada diputado representa un segmento de la población, entonces, terminan representando la opinión política de los electores”, expone el exdiputado Eliseo Núñez.
Poder Judicial
Según la Constitución Política de la República, la función principal del Poder Judicial es administrar justicia. Este poder está integrado por los Juzgados Locales, los Juzgados de Distrito, los Tribunales de Apelaciones y la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
“El Poder Judicial es el responsable que exista un Estado de Derecho en un país”, comenta María Asunción Moreno, jurista y catedrática.
Poder Electoral
El Poder Electoral se encarga de organizar y dirigir las elecciones, para que el pueblo exprese su voluntad a través del voto, para elegir al presidente de la República, diputados nacionales, diputados departamentales, diputados al parlamento centroamericano, alcaldes y concejales.
Está conformado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Consejos Departamentales, Consejos Municipales y las Juntas Receptoras de Votos (JRV).
La jurista señala que el Poder Electoral en otros países no existe como poder, sino como un instituto que se activa solamente cuando hay procesos electorales. “En nuestro caso lo tenemos como un poder del Estado”, remarca.
¿Por qué hay una división de poderes?
Asunción Moreno señala que la división de poderes realmente tiene un sentido de descentralización del poder político, pero dice que no existe en Nicaragua. “En estos cuatro poderes del Estado, de alguna manera se hace para descentralizar el poder, pero además organizar una sociedad política”, destaca.
“Los mecanismos de control de poder se basan en un modelo de separación de poderes del Estado, en que la CSJ tiene que ser un detente para lo que quiera hacer el Poder Legislativo o el Poder Judicial; el Poder Legislativo tiene que ser un detente para lo que quiera hacer el Poder Ejecutivo o lo que quiera hacer el Poder Judicial. Es decir, este es un juego que todos se controlan a todos: aquí todo colapsó en un solo juego que es el juego de Ortega”, asevera Eliseo Núñez.
¿Cómo se encuentran estos poderes en la actualidad?
Eliseo Núñez y María Asunción Moreno concuerdan que es muy difícil hablar de este tema y de las funciones de cada uno de los poderes porque el país se encuentra bajo un “régimen autoritario y dictatorial”, que ha violentado la independencia de cada uno de ellos.
“Ortega manda sobre todos los poderes del Estado, no hay espacio para una actuación independiente, no hay control constitucional y el fin de las constituciones es controlar el poder”, dice Núñez.
“Es difícil hablar de un poder del Estado cuando hay un régimen autoritario y dictatorial. En las democracias, donde hay Estado de Derecho, se suele decir que la división o la independencia de poderes es parte de esa institucionalidad”, apunta Moreno.
La Constitución Política establece en el artículo 10 que, los órganos del gobierno son limitados e independientes en el ejercicio de sus funciones privativas; pero colaboran armónicamente en la realización de los fines del Estado.
El artículo 6 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (Ley 260) establece las autonomía e independencia de esta. “El Poder Judicial es independiente y se coordina armónicamente con los otros poderes del Estado. Se subordina únicamente a los intereses supremos de la nación de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política”, reza dicho artículo.
Se perdió la independencia de los órganos del Estado
Núñez señala que se perdió completamente la independencia de cada uno de estos poderes y un “mejor ejemplo lo tenés hace poco con el tema de que Ortega dijo que iba a meter una reforma para el cambio de la cadena perpetua y la Corte lo metió”. Comenta que el caudillo sandinista le da órdenes a la CSJ y este tipo de cosas no pueden suceder. “El presidente de la república le esté diciendo a la Corte Suprema lo que tiene qué hacer y peor aún que la Corte le obedezca”, critica.
“Evidentemente no existe esa independencia ni esa separación de poderes, lo que estamos hablando es que hay un gobierno autoritario que centraliza todas las funciones que tienen estos poderes del Estado, y encontramos que los otros poderes del estado están sometidos a la voluntad política de la clase gobernante”, dice Moreno.
Señala que la actualmente la Asamblea Nacional está a la orden del presidente nicaragüense, porque todas las iniciativas de ley que han habido últimamente son con trámites de urgencia, “inmediatamente ves un Poder Legislativo actuando al servicio del Poder Ejecutivo sin ningún tipo de independencia de autonomía”.
“Lo mismo podemos hablar del Poder Judicial en que a partir del 2018 lo hemos visto sometido realmente como instrumento de un partido político que está en el gobierno y que ha realizado desde el 2018 hasta la fecha, son procesos de judicialización y criminalización de los ciudadanos que piensan diferente”, destaca Moreno.
Por otro lado, Núñez sostiene que en Nicaragua hay un sultanato donde el sultán no tiene nada más que gente que le obedece, “no tiene nadie que le aconseje, nadie que le haga contrapeso de ningún tipo y hace lo que le da su relegada gana. El régimen de Nicaragua se parece más a un sultanato que una monarquía”, dejó claro.
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