Ismael López | @lopezismael
El atentado en contra del opositor al régimen sandinista Joao Maldonado y su pareja Nadia Robleto ocurrido el 10 de enero de 2024, fue planificado y ejecutado con “estrategia practicada a nivel policial o militar”, según se desprende de una copia parcial del expediente de la investigación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía de Costa Rica sobre el hecho, a la que se tuvo acceso.
Según el expediente, en el atentado “participó un grupo criminalmente organizado con distribución clara de funciones con lo cual se destaca la participación de al menos ocho personas”. Sin embargo, el documento policial enfatiza que “no se puede descartar la participación de otras personas, no solo como autores intelectuales, sino que también pudieron estar presentes en el sitio del hecho o alrededores”.
En otra parte del expediente, los investigadores del OIJ y los fiscales expresan que en el atentado se siguió una planificación bastante organizada, tratando de evitar cualquier cambio de último momento en los planes.
Los investigadores mencionan varias veces en el extenso expediente las posibles motivaciones ideológicas detrás del atentado, “sumado a los diversos ataques que se han estado presentando en nuestro país donde los ofendidos son nicaragüenses exiliados, pertenecientes a algún grupo opositor al régimen de Daniel Ortega”.
La OIJ reportó el 29 de octubre de 2024 que tres de cuatro sospechosos de ejecutar el atentado, fueron capturados por agentes de la sección de Integridad Física y Tránsito, quienes realizaron tres allanamientos en los sectores de León XIII, en Tibás; Bajo los Anonos, en Escazú, y otro en un condominio de Alajuelita, todos en San José.
Como resultado de estos allanamientos fueron capturados dos costarricenses de apellidos Rivas y García, y un nicaragüense de apellido Vargas. Los oficiales, además, continúan en la búsqueda de un cuarto sospechoso de apellido Quezada.
Además, el organismo de seguridad costarricense reveló como otro de los presuntos colaboradores del atentado al periodista nicaragüense Danilo Aguerri Sequeira, quien se encuentra en Nicaragua.
Cuando Maldonado despertó de un coma profundo el 19 de enero, no podía hablar porque uno de los disparos le había perforado el pómulo izquierdo. Para entonces, el OIJ ya tenía la investigación bastante avanzada, gracias a las primeras declaraciones de Nadia Robleto, quien despertó seis días antes.
Maldonado indicó, de forma balbuceante, que creía que Aguirre Sequeira lo había traicionado por dinero, según consta en el expediente. Tenía una relación de amistad con él, ya que en 2018 cuando se exilió en Costa Rica, le ayudó a salir de Nicaragua.
Se contactó a Aguirre Sequeira para solicitar su versión sobre los resultados de las pesquisas del OIJ y las declaraciones de Maldonado acusándolo como parte de la red de sicarios que intentaron asesinarlo, pero hasta la publicación de este reporte especial, el periodista no había respondido nuestras consultas.
El rastro de las cámaras de vigilancia
Imágenes captadas por 23 cámaras ubicadas a lo largo de la ruta que siguió la pareja antes del atentado, permitieron al OIJ concluir que era una banda y operó de forma bien organizada, en las que cada uno tenía una función: vigilar, dar seguimiento, identificar, disparar y mover a los sicarios.
“Danilo se veía inquieto y como ansioso”, les dijo Maldonado a los investigadores.
A las 7:43 a.m. del día del atentado, el periodista Aguirre Sequeira llegó al Hotel Barceló San José Palacio en un carro plateado e ingresó al hotel y se dirigió al Bar Ánfora. La persona que manejaba ese carro plateado se quedó en el parqueo esperando, registra el expediente del OIJ al que se tuvo acceso para esta investigación.
45 minutos después, Maldonado y Robleto ingresaron al parqueo del hotel en un carro que les habían prestado. Se presentaron en el lobby del hotel y él llamó a Aguirre Sequeira. A las 8:39 a.m. procedieron a ingresar al área del restaurante.
Desayuno nica como preámbulo al ataque
Maldonado recuerda que desayunaron gallopinto, huevos, maduro, crema y café. A las 9:14 a.m. ingresó otro vehículo color blanco y se estacionó en posición de salida en el parqueo del hotel. Del carro descendieron dos hombres. A las 9:18 a.m. el vehículo salió, pero se quedaron dos personas; uno ingresa al hotel y el otro se queda en el parqueo vigilando.
El hombre que ingresa “hace tiempo” en la tienda del hotel, manda mensajes y hace llamadas de su celular constantemente. El otro hombre que estaba en el parqueo, ingresa al hotel también, compra una botella de agua y la paga en efectivo. Luego, a las 9:33 a.m. ingresa al restaurante donde desayunan Maldonado y Robleto con Aguirre, y se sienta de frente a ellos durante 10 minutos.
A las 9:42 a.m., luego de desayunar los tres salieron nuevamente a la terraza del restaurante y Aguirre Sequeira regresó a pagar la cuenta. Pagó con un billete de 100 dólares y se le olvidó reclamar el vuelto. Robleto y Maldonado procedieron a salir del hotel por el lobby. A las 9:43 a.m. el vehículo blanco regresó a recoger a las dos personas que había llevado. En esa misma imagen se observa “donde al lobby salió el sujeto calvo (Aguirre Sequeira) quien parece nervioso buscando a los ofendidos”, detalla el expediente.
A las 9:47 a.m., Aguirre Sequeira sale al parqueo donde lo espera el carro plateado con la persona que lo conducía y se fuma un cigarrillo, mientras hace una llamada y le pide a un camión que obstaculiza su salida que les libere el espacio.
Sincronización y vigilancia
“En un movimiento sincronizado (los dos vehículos) procedieron a movilizarse a la espera que el ofendido (Maldonado) saliera del hotel, específicamente a las 9:50 a.m.”, detalle el expediente. Según el documento de la investigación, el vehículo en el que viajaba Aguirre Sequeira, “marcó” al vehículo en el que se movilizaba Maldonado y Robleto.
Tres minutos después de que Maldonado y Robleto salieran del hotel, llegaron en la motocicleta los dos sicarios que atentarían en su contra una hora después. Buscaron a los otros dos vehículos, y como no los encontraron, salieron del lugar.
A las 10:05 a.m., las dos víctimas llegaron a una bodega en Pavas donde Maldonado fue a prestar un trípode, porque Aguirre Sequeira le pidió en el desayuno que le hiciera otras imágenes.
Inmediatamente, uno de los vehículos que le daba seguimiento ingresó al parqueo de la misma bodega para vigilarlos. Uno de ellos, incluso se bajó del automóvil y se dirigió a la bodega. Ahí, Maldonado y Robleto iban saliendo, y prácticamente se encontraron.
Maldonado y Robleto subieron al vehículo y el vehículo que los seguía iba también muy pegado a ellos, según captaron las cámaras. “Al ser las 10:39:54 horas se observa en las cámaras externas de la Universidad Fidelitas, la llegada de los ofendidos a dicha universidad…Diez segundos después, se volvió a observar al vehículo sospechoso… el cual llegó a la universidad casi de inmediato que el ofendido”, detalla el expediente judicial.
Maldonado había llegado a la universidad a inscribirse en un curso en línea obtenido por una beca que se había ganado. Uno de los sospechosos que lo seguía, también ingresó a la universidad para observar más de cerca. Ya para entonces, dos sicarios se movilizaban en motocicleta por los alrededores de la universidad.
A las 10:53 a.m., ambos abandonan las instalaciones de la universidad Fidelitas y se dirigieron hacia Calle Siles. 18 segundos después de salir de la universidad, ya la motocicleta los seguía. Más atrás venía uno de los vehículos que los seguía desde el Barceló San José Palacio.
Los disparos, la huida y la agonía
A las 10:58 minutos con 54 segundos de la mañana del 10 de enero de 2024, la motocicleta se acercó al vehículo e hizo varios disparos con una pistola sobre Maldonado, alcanzando uno de estos tiros a Robleto.
Un segundo después, según captaron las cámaras, la motocicleta aventaja al vehículo y el tirador siguió disparando, mientras Maldonado aceleró el vehículo. La moto también acelera en su huida y el otro carro que seguía a las víctimas, viaja a un minuto y medio detrás de ellos.
Después de recibir los disparos, mientras Maldonado manejaba el carro zigzagueando y ensangrentado por las calles de San Pedro hasta buscar ayuda, Robleto, herida, hizo una llamada al pastor de la Iglesia evangélica a donde ellos se congregaban:
–Pastor nos dieron, nos dispararon– gritaba ella, relata el expediente –Ayúdeme tengo tres hijos –gritaba–
–No siento las piernas–.
Ahí Maldonado y Robleto comenzaron una lucha por sobrevivir.
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Cuando el OIJ divulgó en septiembre de 2024 videos para identificar a los sospechosos, ya los tenía plenamente identificados. Ninguno tenía relación directa con las víctimas, salvo Danilo Aguirre Sequeira.
“A excepción del sospechoso Danilo Enrique Aguirre Sequeira, quien se pudo determinar por medio de los ofendidos que es un conocido de hace varios años de Joao Maldonado y quien en su momento ayudó al mismo a ingresar de forma ilegal a Costa Rica”, señala el expediente.
De Aguirre Sequeira, el expediente de investigación menciona que “se notó que tenía conocimiento de la acción que se iba a efectuar, tratando de evitar cualquier cambio de último momento”.
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Expediente OIJ detalla heridas de Maldonado y su pareja
El primero de los disparos perforó el pómulo y atravesó la lengua de lado a lado de Maldonado. Éste sólo recuerda que después de ese tiro, vinieron siete balazos más, que se incrustaron en su espalda y brazos. Su pareja, Nadia Robleto, recibió un disparo que la tiene ahora en silla de ruedas.
El disparo de la mandíbula no solo atravesó su lengua, también tocó órganos vitales de su garganta, como las cuerdas vocales. Otros dos disparos dieron en su antebrazo y bíceps derecho respectivamente, y cinco más en la espalda, cuando se abalanzó sobre su pareja, quien viajaba como copiloto, para protegerla. Esos proyectiles perforaron órganos vitales como hígado, páncreas, pulmones, la vesícula y los intestinos.
“Yo solo sentí un fogonazo en el cachete y dije ‘otra vez’ (en referencia al primer atentado sufrido en San José el 11 de septiembre de 2021). Estoy vivo gracias a la voluntad de Dios, no encuentro otra explicación lógica”, dice Maldonado, en la primera entrevista que brinda desde que sufrió el atentado.
El documento de casi 700 páginas, fruto de la investigación del OIJ, la Fiscalía y requerimientos al juzgado donde está radicada una causa, son partes de una extensa pesquisa. Los investigadores trabajaron hasta octubre de 2024 con la hipótesis de que el atentado contra Maldonado y Robleto tuvo motivaciones políticas, debido a que estaba en la mira de la dictadura sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Previamente, en el primer atentado sufrido en Escazú en 2021, Maldonado había recibido 5 disparos: tres en el abdomen, dos en la muñeca izquierda, uno en la clavícula derecha y otro en el cuadrante derecho del corazón. Nunca se supo de los resultados de la investigación de este primer atentado.
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Cuando las ambulancias los llevaron al hospital Calderón Guardia aquel 10 de enero, Joao Maldonado había perdido mucha sangre. Los médicos hicieron un procedimiento que en palabras sencillas podría resumirse así: lo envolvieron para parar el sangrado de los ochos disparos y suministraron medicinas analgésicas mientras monitoreaban sus signos vitales. Despertó hasta el 19 de enero.
La pareja vivía desde hacía varios meses en Puntarenas, a escasos metros de una estación policial de la Fuerza Pública. Hasta ahí había ido a parar cuando funcionarios costarricenses los habían sacado de su casa en El Paraíso, Cartago, donde vivían desde el primer atentado, alegando que tenían información que había un nuevo plan para acabar con su vida, según denunció Maldonado en una entrevista con el diario costarricense La Nación.
Maldonado era un testigo protegido de la Fiscalía de Costa Rica y le habían advertido que nadie podía saber donde vivía, que no podía salir de su casa y si lo hacía, debía hacerlo con cautela, mientras se preparaba el terreno para el reasentamiento en Estados Unidos.
Un día después del atentado en contra de Maldonado, el presidente costarricense Rodrigo Chaves emitió un comunicado rechazando que “la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) no tiene competencia legal para brindar resguardo y protección al señor Maldonado, ni a ninguna otra persona”.
Además, el comunicado del Gobierno de Costa Rica rechazó categóricamente que en el país operaran “células organizadas y controladas por el Gobierno nicaragüense”.
Meses antes, por las mismas advertencias de las autoridades costarricenses, ambos habían renunciado a sus trabajos y andaban muy escasos de dinero. Viajaban en secreto a San José para que Maldonado hiciera algún trabajo como informático.
El 9 de enero viajaron por la tarde a San José en autobús porque la motocicleta no tenía pagado el “marchamo” (permiso de circulación) que exigen las autoridades de Costa Rica. Nadie sabía de aquel viaje y tenía dos objetivos, uno de ellos era reunirse con Danilo Aguirre Sequeira.
La reunión con Aguirre Sequeira era para entregarle unos videos que previamente en diciembre le había encargado para un reportaje que supuestamente estaba elaborando sobre su vida en Costa Rica.
Maldonado dice que en diciembre de 2023 Aguirre Sequeira se había comunicado con él para preguntarle si tenía cámara y que necesitaba que le hiciera una entrevista y unas imágenes en las calles de San José. Acordaron que el pago por aquellos videos sería de 60 dólares.
Previo al 10 de enero, Aguirre Sequeira se había comunicado con Maldonado para decirle que andaba por Costa Rica y lo citó en el Hotel Barceló San José Palacio en la Uruca.
Hipótesis policial apunta a motivos políticos
“Se maneja la hipótesis a nivel policial que el acto delictivo obedece a temas políticos, toda vez que el ofendido Maldonado Bermúdez es una persona vinculada a la política nicaragüense que tiene ideales en contra del Gobierno de su país”, dice la relación de hecho del expediente 24-000055-0053-PE de la Fiscalía contra el Narcotráfico y Delitos Conexos de Costa Rica.
“Esta tesis ha tenido fuerza toda vez que no es la primera vez que el ofendido es víctima de un atentado de esta naturaleza, y como dato importante es que, en el primer hecho, la dinámica fue la misma, en la cual el ofendido iba en un vehículo al momento que dos sujetos que viajaban sobre una motocicleta se acercaron y lo impactaron”, detalla el expediente.
Maldonado fue dirigente del Frente Sandinista y presidente de la Federación de Sambo antes de desertar en 2018 y liderar protestas en Jinotepe. Desde entonces ha sido blanco de persecución por parte del régimen Ortega-Murillo, que lo acusa de la muerte de Bismarck Martínez, un militante sandinista a quien el Gobierno ha convertido en un mártir. Maldonado niega todos los señalamientos y dice que es una campaña de la dictadura sandinista para desprestigiarlo.
Este reportaje forma parte de una investigación en curso, basada en múltiples fuentes documentales y testimoniales.
Ismael López
