La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a través de un comunicado publicado este martes, ha condenado los ataques que sufrieron varios periodistas durante el asalto a los edificios del Estado en Brasil el pasado domingo 8 de enero.
“Realmente nos preocupan estos ataques que se están multiplicando en protestas sociales y políticas”, dijo Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, en declaraciones a la Voz de América, al tiempo que recordaba que este tipo de agresiones “se intensifican cuando hay un clima de polarización política tan marcada como el que se vive hoy en Brasil”.
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Numerosos ataques a periodistas durante la cobertura
El organismo que vela por la libertad de prensa y las buenas prácticas periodísticas en todo el continente americano confirmó que “en el marco del asalto protagonizado por seguidores del expresidente Jair Bolsonaro al Congreso Nacional, al Palacio de Planalto y al Tribunal Supremo” varios profesionales de la información pertenecientes a agencias de prensa, medios y organizaciones de periodistas sufrieron agresiones.
“Entre las agresiones se destaca la violencia a golpes contra una periodista de la revista New Yorker y una fotógrafa del portal Metrópoles y del diario Folha de Sao Paulo. También fueron agredidos y amenazados con armas reporteros del diario O Tempo y de la red de radio televisión Jovem Pam. Algunos fotógrafos fueron obligados a borrar las imágenes que habían tomado y a varios periodistas les robaron sus equipos de trabajo. También se denunciaron agresiones contra trabajadores de prensa del canal Band, del sitio Poder 360, de las agencias de noticias France-Presse, Reuters y EFE, y del diario The Washington Post”, reza el comunicado.
“Hay un discurso político que alienta la violencia contra la prensa”
Jornet, además, advirtió que si no se hace nada al respecto, el clima de violencia contra los profesionales de la información crecerá en vistas de la polarización que vive el país, algo que, en su opinión, se ha agravado después de que el propio Bolsonaro alentara los ataques a los periodistas cuando ocupaba el poder en el gobierno brasileño.
“Además, hay un discurso político en algunos dirigentes que alienta la violencia contra la prensa. El expresidente Bolsonaro es uno de los que ha tenido este discurso violento, discriminatorio y claramente confrontativo”, dijo lamentando que los periodistas se han convertido “en el blanco fácil para los militantes que están imbuidos por ese discurso confrontativo que se baja desde la cima de la dirigencia política”.
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La reacción de Bolsonaro y Lula
Pese a esta situación, Bolsonaro aún no ha hecho ninguna mención sobre los ataques que sufrieron los periodistas durante esta cobertura. El exmandatario brasileño, horas después de lo acontecido en Brasilia durante el domingo, publicó un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el condenaba las actuaciones de los que asaltaron las instituciones públicas.
“Las manifestaciones pacíficas, conforme a la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, redactó.
Por su parte, el presidente Lula da Silva condenó los asaltos a los edificios del Estado de Brasil catalogando a los manifestantes de “terroristas”, advirtiendo que se iban a perseguir a todos ellos para enfrentarlos a la justicia del país.
La libertad de prensa en Brasil, en peligro
Un informe del Ránking Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF) señaló que los ataques e improperios de Bolsonaro contra la prensa había crecido un 74 % durante 2021 en comparación con el segundo semestre de 2020.
El Índice Chapultepec que elabora anualmente la SIP para abordar la situación de la prensa en 22 países del continente americano, sitúa a Brasil en el puesto número 15.
La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, en portugués) y la Federación Nacional de Periodistas de Brasil (Fenaj) han contabilizado hasta 77 ataques de violencia política contra la prensa entre el 30 de octubre de 2022 y el 6 de enero de 2023.
“Brasil es uno de los países donde generalmente hay asesinatos de periodistas, lamentablemente, a manos de grupos de crimen organizado y, en algunos casos, en connivencia con dirigencias políticas locales, con lo cual ya hay un mal precedente allí para analizar la situación de la libertad de prensa”, detalla Carlos Jornet a la VOA.
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Con todo, insiste en que “el clima confrontativo en los discursos políticos no solo de Jair Bolsonaro, sino de dirigentes de menor nivel que iban imitando esta prédica contra el trabajo periodístico” ha provocado que la libertad de prensa esté seriamente amenaza en el país latinoamericano.
La SIP pide más acción a las autoridades
Por eso, confía en que las autoridades brasileñas aborden seriamente esta situación para que los periodistas puedan realizar su trabajo sobre el terreno. “Esperamos que las nuevas autoridades de Brasil puedan dar mayores garantías para el trabajo periodístico y que se garantice la posibilidad del libre trabajo informativo, sobre todo en situaciones de tensión social y política como las que aún vive Brasil pese al cambio de gobierno recientemente”.
Porque, concluye, que “sin una prensa libre que investigue y registre lo que ocurre en este tipo de hechos políticos, evidentemente, se va debilitando la posibilidad del pueblo de informarse y también la democracia”.
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