Visitar Granada para dar un paseo por las Isletas y no hacer una estación por el parque central para disfrutar de uno de los platillos típicos de Nicaragua, el “vigorón”, es no hacer el tour completo. Sin embargo, quienes llegan al parque central en busca del famoso vigorón de Francisco Javier Gómez Torres, mejor conocido como «El Gordito», ya no serán atendidos por él, debido a que falleció este jueves de un infarto.
Francisco Javier Gómez Torres será recordado por sus comensales, por su exquisita cuchara y carisma que se notaba a flor de piel. En su rostro se dibujaba una sonrisa y siempre estaba dispuesto a regalar una foto al que se la pidiera, se sentaba con sus clientes para platicar, preguntar de dónde los visitaban y sondear como estaba el vigorón.
El popular personaje tenía días hospitalizado. Su vela se realizará este jueves en el “Barrio maldito” de la catedral de Granada, 3 cuadras al sur, dio a conocer su hijo Rodrigo Gómez.
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De la mano de Dios
Según una entrevista que ofreció a un medio de comunicación, el secreto para que su vigorón le quedará de “muerte lenta”, estaba en la ensalada, la cual elaboraba con vinagre de guineo, una receta que se remonta a más de 100 años, desde los tiempos de sus antepasados.
“El Gordito” tenía 35 años de vender ese famoso platillo, un negocio que heredó de su mamá y que hasta sus últimos días supo mantener la calidad que los caracterizaba.
Confesó a un medio digital que el secreto mayor guardado en su vida, para alcanzar el éxito en los negocios era: “Antes de todo, ponernos en manos de Dios y ponerle amor al trabajo”. Y que lo demás tenía que ver con secretos culinarios.
Su quiosco ha sido visitado por artistas nacionales como Hernaldo Zúniga y turistas extranjeros, así como gerentes de bancos y otras personalidades, quienes siempre se llevaron una foto en su celular de este granadino que hoy descansa en la paz del Señor.
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