Ortega se quita presión, pero la deuda con el restablecimiento de los derechos en Nicaragua continúa

El hecho que el régimen de Daniel Ortega haya sacado de los distintos regímenes carcelarios y expulsado fuera del país a más de 200 presos políticos ha provocado sentimientos encontrados.

Por un lado la alegría de que los presos y presas políticas ya no estarán bajo tratos crueles y degradantes en la prisión ha causado alegría a muchos; sin embargo, esto no es una señal de que pueda existir pronto democratización en el país, ni que haya respeto a los derechos humanos, pues el simple hecho de expulsar del país a quienes guardaban prisión por expresarse, constituye un crímen de lesa humanidad, según dos especialistas consultados por Nicaragua Investiga.

“Los defensores de derechos humanos tenemos una sensación encontrada, nos sentimos emocionados de que ellos hayan sido liberados porque ya no van a enfrentar la tortura que estaban viviendo, los tratos crueles, inhumanos y degradantes, y lo otro es que nos sentimos tristes porque esta gente debería haber quedado en libertad y luchar por una Nicaragua en libertad, por una Nicaragua con el retorno de la democracia y los derechos humanos como cualquier otro ciudadano en arreglo con la Constitución”, expresa el abogado Danny Ramírez Ayerdiz, del Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (CALIDH).

Régimen de Daniel Ortega libera y destierra a más de 200 presos políticos

Para el abogado y extrabajador del Poder Judicial Yader Morazán esta “no es una liberación”, porque viola la Constitución Política de Nicaragua. “El artículo 32, establece que las personas son libres de circular por el país, por su domicilio y su residencia, en cualquier lugar del territorio, a entrar y salir de manera voluntaria”.

La dictadura de los #OrtMu NO HA LIBERADO A NADIE. Al contrario, a través de la expulsión o coacción ha cometido el crimen de #LesaH de “deportación o traslado forzado de población” en contra del derecho de circular libremente en el territorio(art. 31 Constitución Política).

— Yader Morazán ⚖️ 🇳🇮 (@YaderMorazan) February 9, 2023

“Cuando los cambiás de un régimen carcelario o los tenés bajo control del Estado y si los deportás o los trasladás forzosamente ahí lo que se está cometiendo es un crimen de lesa humanidad, ya sea por expulsión o por cualquier otro acto coactivo donde sustraés a una persona de la zona en la que legítimamente está presente, es decir, si sos nacional, por ejemplo, y sin motivos reales lo expulsás del país, estás en presencia de otro crimen de lesa humanidad estipulado en los estatutos de Roma”, detalla Morazán.

Régimen se lava la cara y negocia con EE.UU.

El abogado de CALIDH expresa que esta no es más que otra de las formas en las que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo realiza con el objetivo de “lavarse la cara” y oxigenarse ante la comunidad internacional, pues sabe que “está en una posición muy mala en términos de derechos humanos, en términos de democracia que ya no existe”.

La noticia de la expulsión hacia el exterior de estos más de 200 presos políticos toma por sorpresa a los nicaragüenses y a la comunidad internacional, y según ambos expertos esto puede ser el posible resultado de negociaciones sigilosas entre el régimen de Ortega – Murillo y el gobierno de Estados Unidos.

“Esta liberación coincide con el tipo de sentencias que se estuvieron dictando en los últimos días. Coincide con este movimiento… Al parecer aquí hay una negociación con Estados Unidos”, expresó Yader Morazán.

En tanto, Ramirez Ayerdiz, fue un poco más allá y explicó que en estas supuestas negociaciones pudieron haber estado involucrados otros actores. “Yo creo que hay detrás toda una negociación que ya se escuchaba que se venía produciendo entre Estados Unidos, el Vaticano y las autoridades del gobierno de Nicaragua, el Ejército incluso”, expone.

Represalias contra quienes se quedan en el país

Sin embargo, el que el régimen de Ortega haya sacado de la prisión a estos presos políticos no es evidencia de que haya una pronta democratización del país y que al contrario podría ocasionar represalias contra aquellos presos que decidieron no salir del país, como el caso de monseñor Rolando Álvarez.

“Cuando se produjeron liberaciones masivas en ocasiones pasadas, por ejemplo, en la amnistía de 2019, el gobierno de Nicaragua enojado procedió contra los reos comunes y les aplicó palizas que los dejó en estado casi moribundos, entonces es muy probable que las personas que no fueron liberadas o que decidieron quedarse en Nicaragua, como monseñor Álvarez… el enojo gubernamental lo van a canalizar a través de seguramente golpizas generalizadas… esa es la parte agridulce de estas liberaciones”, explicó Danny Ramírez.

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¿Restablecimiento de derechos?

En cuanto al restablecimiento de los derechos humanos, el abogado de CALIDH explica que no se ha restablecido ninguno pues las leyes para detener a opositores “siguen vigentes” al igual que la “erosión de la democracia, es decir, la desaparición del Estado de Derecho”.

“Continúa la situación de restricción de derechos, la supresión derechos va a continuar porque el destierro de estas personas anuncia que el gobierno no tiene ninguna intención. Si el gobierno tuviera la intención de hacer esto, entonces lo que haría es democratizarse a sí mismo y permitir manifestaciones pacíficas, permitir la libertad de expresión, elecciones libres y eso no está todavía, ni estará en la agenda del gobierno de Nicaragua”, detalla Ramírez.

“El hecho de que hayan sido los presos políticos los liberados es porque la comunidad internacional hizo presión sobre eso, pero la situación de la democracia en Nicaragua va a continuar igual”, agrega el abogado.

Ramírez Ayerdiz cataloga de “grotesco” el hecho de desterrar a los presos políticos como si fueran “prisioneros de guerra”. Agrega que con esta acción el régimen de Ortega seguirá sosteniendo el discurso del supuesto “golpe de estado” y que por tanto “no va a mover ni un centímetro el status quo que tiene establecido”.