Gobierno de Lula toma distancia del régimen de Ortega

El embajador de Brasil ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Tovas Nunes, expresó la preocupación de su país por las graves violaciones a los derechos humanos en Nicaragua. Además, Brasil está dispuesto a explorar la manera constructiva para que esta situación se aborde a través del diálogo con el régimen de Daniel Ortega.

El diplomático enfatizó este martes 7 de marzo, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que están angustiados con las denuncias “a las graves violaciones a los derechos humanos y restricciones al espacio democrático en dicho país, en particular ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias y torturas de disidentes políticos”.

Tovas Nunes dijo también que Brasil  «recibió con profunda preocupación la decisión de las autoridades nicaragüenses, de privar de nacionalidad a más de 300 nicaragüenses”. En este punto, reafirmó el compromiso de Brasil «con la protección de los apátridas» y que su gobierno «se pone a disposición para acoger a los afectados”.

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Lula da Silva se distancia de Ortega

En enero de este año, Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, felicitó a Lula da Silva, tras tomar el poder en Brasil y expresó que este “supo elegir un camino que honra sus luchas en porvenir de luz, vida y verdad”.

Sin embargo, estos elegios aparentemente no fueron correspondidos por el gobernante brasileño, quien decidió tomar distancia con el régimen sandinista, ante los atropellos a los derechos humanos de los nicaragüenses desde el año 2018 cuando estalló la crisis social, política y económica.

Mauro Vieira, el canciller de Brasil declaró en enero a medios brasileños, que la relación de su país con Nicaragua se limitará a lo estrictamente diplomático.

“Estoy seguro que Lula no hará un discurso en defensa de Daniel Ortega. Lo que me dicen es que si mañana te declaras candidato a la presidencia de Nicaragua te arrestan. Lula no hará una visita de Estado a Nicaragua en esta situación”, manifestó Vieira.