Una delegación del régimen de Nicaragua visitó Bielorrusia, aliada de Vladimir Putin, con el fin de fortalecer la cooperación política, comercial y económica entre ambas naciones, en un contexto de guerra contra Ucrania y aislamiento mundial de la dictadura nicaragüense.
La vocera gubernamental, Rosario Murillo, informó que la delegación de Ortega se reunió con el dictador de ese país, Alexander Lukashenko, y con funcionarios del país europeo, logrando la firma de «varios acuerdos y un memorándum de entendimiento».
Entre ellos se incluye un acuerdo de facilidad de créditos para adquirir buses y maquinaria de construcción, aseguró Murillo sin brindar mayores detalles.
La comitiva estuvo integrada por el hijo de la pareja dictatorial, nombrado asesor preesidencial para las inversiones, Laureano Ortega Murillo; el ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada; el ministro de Hacienda, Iván Acosta; y la embajadora de Managua en ese país, Alba Torres.
Según el medio BelTA, el ministro de Exteriores bielorruso, Serguéi Aléinik, informó que durante su encuentro con el canciller nicaragüense se conversó en seguir trabajando en proyectos de agricultura, cooperación industrial, suministros de maquinaria agrícola, vehículos de pasajeros y de construcción de carreteras.
Medios de la región afirman que otra delegación nicaragüense regresará a Minsk para sostener reuniones con empresas industriales con el propósito de determinar los modelos y cantidades de máquinas que se suministrarán al mercado nicaragüense.
El canciller de Bielorrusia resaltó que su país puede asistir a países de América Latina para que estas economías dependan menos de las materias primas.
Asimismo, aprovechó para abogar por «un mundo multipolar y la justicia». «Rechazamos el dictado y las sanciones ilegales en las relaciones internacionales. Nicaragua es un socio político y económico importante para Bielorrusia en América Latina y un aliado fiable en la arena internacional», recoge el medio ruso Sputnik.
Por su parte, el dictador bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado de Rusia, expresó su cercanía al régimen de Ortega y la necesidad de llevar las relaciones «al más alto nivel».
«Para tener unas relaciones tan buenas y estrechas, hoy tenemos de todo. Incluso al legendario líder de Nicaragua al que todos queremos y respetamos en Belarús (Bielorrusia). Quisiera pedirle que, en nombre del pueblo belaruso y personalmente de mi parte, transmita a Daniel Ortega las palabras más cordiales. Admiramos su actividad política», le expresó al canciller Moncada.
Lukashenko puso de ejemplo las relaciones entre Bielorrusia y Cuba y Venezuela con los que mantiene relaciones políticas, comerciales y económicas. «Creo que tenemos que hacer lo mismo con Nicaragua», añadió.
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