El dictador Daniel Ortega ha ordenado dar unas largas vacaciones a los trabajadores del Estado. En total son más de dos semanas las que los empleados del sector público estarán fuera de sus labores en ocasión de las festividades de Navidad y Fin de Año.
«Tenemos ya el comunicado de vacaciones de Navidad y Fin de Año, salimos el viernes 22 y regresamos el lunes 8 de enero», detalló la número dos del régimen, Rosario Murillo, en comunicación con medios oficialistas.
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Murillo dijo que estas «vacaciones» son para que los servidores públicos disfruten «en familia», pese a que en los últimos años las familias nicaragüenses, incluyendo las sandinistas, se han visto fuertemente fracturadas debido al exilio, los destierros y el éxodo masivo de personas que buscan mejores oportunidades de vida en destinos como Costa Rica, Estados Unidos, España y otros países, tras la crisis sociopolítica iniciada en el 2018.
Este año los trabajadores del Estado han sentido más la represión de la dictadura. Por ejemplo, en julio pasado se aprobó una reforma en la que se establecen penas de cárcel para los policías que deserten, también ha habido cientos de despidos en el Poder Judicial y en noviembre se ordenó aprobar una ley para cambiar el cálculo de las indemnizaciones a los trabajadores que renuncien a sus puestos en el Estado, de tal forma que un trabajador deberá laborar por lo menos 20 años para recibir cinco meses salario de liquidación. Hasta antes de esta ley, solo debían hacerlo cinco años.