La Universidad Nacional Casimiro Sotelo, creada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en las instalaciones confiscadas a la Universidad Centroamericana (UCA), pretende ensanchar su número de estudiantes al matricular para clases en fines de semana a trabajadores del Estado.
Desde agosto de 2023, cuando confiscó a la UCA, la dictadura había tenido problemas para iniciar clases debido a que los exestudiantes de la UCA no quisieron continuar en una universidad adoctrinada por el régimen Ortega Murillo.
La Casimiro Sotelo ahora espera matricular a estudiantes procedentes de las instituciones del Estado para que estudien «por encuentro sabatino o dominical», expuso en una nota de prensa el Consejo de Comunicación y Ciudadanía, reproducida por la oficialista radio La Primerísima.
Según la información, las carreras disponibles son economía, contaduría pública y auditoría, finanzas, marketing, administración de empresas, arquitectura, ingeniería civil, ingeniería en sistemas de información, ingeniería industrial, ingeniería ambiental.
También, derecho, enseñanza del inglés como segunda lengua, psicología y diseño gráfico.
Comienzan las clases y el adoctrinamiento político en la Casimiro Sotelo
Inicio tardío
La Casimiro Sotelo, a como se le llama, pudo iniciar clases hasta este 15 de enero.
Según dijo en ese entonces el rector Alejandro Genet, la universidad cuenta ahorita con 4,664 estudiantes para cursos diarios, de los cuales 2,368 están en horario matutino y 2,296 en el vespertino.
Inicialmente, la Casimiro Sotelo comenzaría clases el 28 de agosto de 2023, pero luego pospusieron el inicio para el 25 de septiembre, alegando que se encontraban en una «revisión exhaustiva» de expedientes académicos para «identificar a los estudiantes que provienen de escasos recursos económicos».