Mientras la oposición, los organismos defensores de derechos humanos y la comunidad internacional demandan la liberación de los presos políticos, el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, más bien libera a reos comunes, muchos de estos, de alta peligrosidad.
El próximo 29 de mayo, en la víspera del Día de las Madres, Ortega soltará a las calles de Nicaragua a un total de 1,500 reos comunes. Esta masiva liberación la hará bajo el régimen de convivencia familiar, una práctica bastante común de la dictadura sandinista.
La vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, explicó este lunes 6 de mayo, que en total serán liberados 1,392 hombres y 108 mujeres de los distintos centros penitenciarios del país, en «saludo al Día de las Madres».
«Vamos a estar en ese día, cumpliendo a las madres y cumpliéndole a la sociedad, dándole esta oportunidad de nueva vida, nuevos senderos, sobre todo de dignidad en la vida de estas personas que han cometido errores y que ahora reciben la posibilidad por esa acción de convivencia familiar, de incorporarse a sus hogares y seguir los senderos rectos», dijo Murillo a través de los medios de propaganda oficialistas.
En Nicaragua están debidamente documentados casos de reos comunes a los que Daniel Ortega ha perdonado y puesto en libertad, que una vez en las calles no tardan en cometer delitos nuevamente, incluyendo asesinatos.