El dictador Daniel Ortega publicó en La Gaceta, Diario Oficial, el acuerdo presidencial número 72-2004, mediante el cual decretó que «únicamente» se reconocerá como cónsules honorarios de otros estados en Nicaragua a «personas que no sean nicaragüenses, nacionales o nacionalizados».
La medida fue publicada este viernes, cuando Ortega también ordenó cancelar los acuerdos mediante los cuales se ha reconocido en el pasado a nicaragüenses, nacionales o nacionalizados, como cónsules honorarios representando a otros estados en Nicaragua.
Ortega basó su decisión en el hecho de que la convención de Viena sobre relaciones consulares, ratificada por Nicaragua, expresa que las relaciones consulares entre estados «se efectúan por consentimiento mutuo».
La convención también establece que los funcionarios consulares habrán de tener en principio la nacionalidad del Estado que envía y que no podrán nombrarse funcionarios consulares a personas que tengan la nacionalidad del Estado receptor, excepto cuando este último otorga el consentimiento.
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Malas relaciones diplomáticas
Desde 2018, las relaciones diplomáticas de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo se han visto alteradas, debido a que la comunidad internacional ha criticado la represión con que los Ortega Murillo acallaron las protestas cívicas iniciadas en abril de ese año.
Los Ortega Murillo incluso sacaron a Nicaragua de la Organización de Estados Americanos (OEA) y suspendieron unilateralmente las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
También, en algunos países, han cancelado embajadores y nombrado en sus lugares a ministros consejeros con funciones consulares, los que son conocidos como «encargados de negocios».