La ola de confiscaciones en contra de dirigentes opositores continuó este fin de semana. El sábado la policía al servicio de la familia Ortega- Murillo se tomó una isleta en Granada, propiedad del ex aspirante presidencial y excarcelado político Juan Sebastián Chamorro.
La familia afectada nos confirmó la noticia. Según se conoció, la isleta fue adquirida por la familia Chamorro Cardenal desde 1975 y habría pasado a manos de Juan Sebastián Chamorro por herencia de su padre, luego de este fallecer en 2008.
Juan Sebastián Chamorro no ha ofrecido declaraciones al respecto, sin embargo, recompartió una publicación del diario La Prensa en la que se informa sobre la confiscación, interpretándose esto como una confirmación más de lo ocurrido.
Recientemente el Tribunal de Apelaciones de Managua falló en contra de Victoria Cárdenas, esposa de Juan Sebastián Chamorro sobre un litigio familiar por el 40% de las acciones de la sociedad Intermezzo del bosque.
Rafael Solís dice que confiscaciones son «mucha saña»
Un personaje clave dentro del Frente Sandinista hasta 2018 con un gran poder en la Corte Suprema de Justicia y una gran cercanía con la familia Ortega-Murillo hasta su renuncia y exilio ese año, el ex magistrado Rafael Solís, cuestionó los procesos de confiscación en una entrevista ofrecida a Nicaragua Investiga.
Solís protestó por la confiscación del Hotel Casablanca en San Juan del Sur, propiedad de su mamá. El Hotel fue convertido por el régimen este viernes en una escuela de hotelería. Solís dijo que en su caso,
las confiscaciones se habían extendido a todo su circulo familiar y que habían quedado prácticamente sin nada.
«Todo esto es contra mi, olvidate, claro que es contra mi, la casa, el hotel lo confiscaron por mi, yo de eso estoy claro y eso es lo que me hace sentir incómodo, la casa de Managua de mi mamá también la confiscaron por mí, confiscaron la mía, fue una ofensiva contra mi y mi familia, si confiscaron el centro comercial de mi hermana, la casa de mi hermana , la de mi sobrino», aseguró.
También consideró que «las confiscaciones debieron de restringirse a las dos listas, a las de los 222 y la delos 94. No tenían porque hacer extensivas las confiscaciones a familiares de las personas que habían dicho que estaban confiscadas yo ahí siento mucha saña mucho odio en contra ya de mi persona», reprochó.
Ortega confirmó en una aparición pública hace dos semanas que lo confiscado, a lo que ellos llaman «recuperado», ya suma «varios millones», pero no quiso detallar cifras.
Una investigación del Observatorio Protransprencia y Anticorrupción de Hagamos Democracia indica que hasta ahora un recuento inicial de lo confiscado podrís sumar los 250 millones de dólares.