La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el lavado frecuente de manos como una de las medidas más efectivas para prevenir el Covid-19, sin embargo la falta de acceso al agua potable es un factor de riesgo para muchos nicaragüenses que llevan años enfrentando la falta de suministro o la restricción de este servicio.
El gobierno de Ortega ha “lanzado una campaña de prevención” a través del Minsa en la que obvia la recomendación del distanciamiento social, y en su lugar insiste con las medidas de higiene, pero no parece haber un esfuerzo coordinado con las autoridades de Enacal para resolver el problema de abastecimiento del vital líquido.
Los pobladores del sector de Ticuantepe están entre los afectados por los constantes racionamientos de agua potable y han enviado varias cartas a diferentes funcionarios de ENACAL, pero no reciben respuesta.
“Desde hace tiempo hemos estado gestionando por nuestra cuenta una solución pronta y efectiva a esta problemática, porque es de urgencia la necesidad del vital líquido”, señalan los pobladores en una de las cartas enviadas a las autoridades.
Los sectores más afectados son Vista Hermosa, Villa las Palmas, Los Jazmines y Las Canarias. Debido a la falta de agua estos pobladores se ven obligados a comprar el vital líquido entre varias familias. La pipa de 9.375 litros tiene un valor de 1.800 hasta 1.900 córdobas.
“Hay familias que no tienen la posibilidad de comprar litros de agua y lo que hacemos es ayudarles y le compartimos el agua”, dijo Alejandro García a NICARAGUA INVESTIGA que es uno de los firmantes de la carta que han enviado a Enacal.
García revela que en el sector Las Canarias solamente “dos veces en tres meses vino la pipa de Enacal y ahora tenemos seis días seguidos de no tener agua. ¿Qué vamos a hacer? si solo nos llevan de excusa en excusa”, expresa el poblador afectado por el desabastecimiento de agua.
Gaspar Flores tiene diez años de vivir en Villas las Palmas y denuncia no tener agua de hace seis días: “imagínate que tengo seis días de estar sin agua y aun así nos viene el recibo y lo pago”, revela Flores y se queja ante la escasez de agua a pesar que hay una urgencia sanitaria para prevenir el virus.
“Ni como necesidad ni como pandemia nos resuelven porque solamente nos mandan una pipa que no abastece ni a la mitad de los pobladores que rondan en unas 300 familias”, expresa
Martha Taboada, pobladora afectada, dijo a NICARAGUA INVESTIGA que ENACAL llega una vez a la semana y valora la situación como una “’tortura social’ porque es incoherente que nos digan que nos lavemos las manos si no nos abastecen de agua”, reclama.
Alejandro García expresa que hay un cansancio ciudadano ante las constantes solicitudes y gestiones de los pobladores y las excusas de as autoridades, “pues la última respuesta que obtuvimos fue que se había obstrucción en la tubería, también que se secó un pozo, que los tanques que abastecen de agua no están a sus niveles, que se han dañados válvulas, que se han dañado bombas; nos dicen de todo pero no resuelven”, manifestó.
La exdirectora de ENACAL, Ruth Selma Herrera dijo a este medio de comunicación en una publicación anterior que cerca del 30% de pobladores urbanos tienen serios problemas con un servicio irregular o racionamiento.
Herrera dice que Enacal cuenta con 160 sistemas de agua con los que atiende solo al “65% de la población”. Para ella, la institución tiene capacidad técnica de aumentar la cobertura aunque sea de manera temporal para enfrentar de cara a la emergencia.
-“Eso es mover válvulas y tener un ingeniero de cómo va a crear los balances de distribución de agua para una zona y otra”, aseguró.
NICARAGUA INVESTIGA llamó a Arelys Valdés que es encargada de Válvulas y Producción de Agua del municipio de Ticuantepe, pero no respondió nuestra llamada; también buscamos la versión del Ingeniero Francisco Reyes de Enacal Central y tampoco contestó.
Foto principal: Nicaragua Investiga ©
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