El pasado domingo 18 de agosto el niño de 7 años Ollman Ariel Gaitán Medina se encontraba jugando en el porche de su casa y de repente desapareció, sin dejar rastro en el barrio Francisco Latino, municipio de Catarina, en Masaya.
Los familiares lo buscaron por toda la casa y no lo encontraron, reportaron su desaparición a las autoridades, iniciaron una búsqueda en zonas aledañas de esa ciudad, pegaron papeletas y publicaron en redes sociales información del niño y un número de teléfono por si alguien lo veía.
El lunes 19 de agosto el niño fue encontrado dentro de una bolsa plástica debajo de la cama de su hermano (de parte de padre), Edward Enrique Gaitán Gallegos, de 21 años, quien es el principal sospechoso del crimen.
Según información de medios oficialistas, su hermano aprovechó el momento en que su papá atendía el taller de mecánica que está contiguo al inmueble y su madrastra lavaba ropa en el patio, ubicado lejos de su cuarto.
No mostraba preocupación
Su hermano lo llamó a su cuarto, lo golpeó en la cabeza con una piedra, lo asfixió y lo envolvió en una bolsa negra, reportaron los medios en base a las declaraciones recopiladas después de capturar al sospechoso.
Martha Medina, madre del niño, relataba con angustia a consejeros del Ministerio de la Familia, la repentina desaparición de su hijo, mientras su hijastro estaba a sus espaldas, observando y escuchando fríamente.
Durante la búsqueda, Edward Enrique Gaitán Gallegos no mostró interés en apoyar a la familia, incluso, cuentan vecinos que a la medianoche del domingo, horas después de la desaparición del niño, se fue a su cuarto a jugar Free Fire. Más tarde, en sus redes sociales compartió una publicación de la desaparición de su hermano.
La sospecha por parte de agentes policiales surgió el lunes ante la negativa del hermano de abrir su cuarto y permitir que los oficiales lo inspeccionaran. Entraron a la fuerza y encontraron el cuerpo del niño envuelto en sábanas y en bolsa negra debajo de su cama.
Jugaba de forma violenta con el niño
“El año pasado comentó que él, la verdad, no sentía cariño por la madrastra, que no se sentía bien estar en la casa, que si estaba ahí era por su papá”, dijo un testigo a un medio oficialista.
De acuerdo con el testimonio de los familiares, Edward Gaitán Gallegos nunca mostró indicios de querer a su hermanito y a manera de juego, varias veces lo tomó del cuello.
El cuerpo del niño fue velado la noche del lunes y este martes será el funeral, mientras su hermano ahora detenido por agentes policiales parece ajeno a todo lo que está sucediendo a su alrededor y hasta desafiante.