La Fiscalía de Nicaragua está acusando de parricidio a Edward Gaitán Gallegos, de 21 años, por ser el sospechoso de asesinar a su hermano (de parte de padre), Ollman Ariel Gaitán Medina, de 7 años, ocurrido el pasado domingo en el barrio Francisco Latino, municipio de Catarina, en Masaya.
La audiencia preliminar se llevó a cabo en los Juzgados de Masaya.
María Vargas Vidaurre, del Juzgado Distrito Penal de Audiencia de Masaya, es la jueza encargada del caso.
Celos de hermano: aparente motivo de crimen contra un niño en Catarina
De manera oficial se conoció que la defensa del presunto parricida será asumida por la Defensoría Pública, al no contar con los recursos económicos para contratar a un abogado privado.
Rosario Murillo, vocera del régimen, adelantó el martes 20 de agosto en su acostumbrada intervención en los medios oficiales que la Fiscalía está considerando como crimen atroz que merece la pena máxima. Es decir, se le podría aplicar cadena perpetua.
Había planeado el asesinato
El escrito acusatorio detalla que Edward Gaitán Gallegos había planeado días atrás el asesinato y el domingo 18 de agosto, a eso de las una de la tarde, llamó a su hermanito cuando se encontraba solo jugando en el porche de la casa para que ingresara a su cuarto, cerró la puerta con llave y se prevaleció de la confianza, el grado de superioridad, asimetría de fuerza y de poder, procedió a golpearlo en la cabeza con una piedra que tenía guardada en el lugar.
Según el documento de la Fiscalía, el niño Ollman Ariel Gaitán Medina cayó desmayado, luego le tapó la boca y nariz para después colocar ambas manos en el cuello de la criatura para estrangularlo.
Después de cometer el asesinato, tomó una camisa color roja y cubrió el rostro del niño, envolvió el cuerpo en bolsas plásticas negras y lo ocultó debajo de su cama y puso bajo llave la habitación.
Martha Medina, madre del niño, no encontró a su hijo en la casa minutos después y reportaron la desaparición a las autoridades nicaragüenses.
El Ministerio de la Familia se hizo presente a la vivienda y Medina relata la extraña desaparición de su hijo, mientras su hijastro, sospechoso del crimen, estaba a sus espaldas, observando y escuchando la conversación.
Durante la búsqueda, Edward Enrique Gaitán Gallegos no mostró interés en apoyar a la familia, incluso, cuentan vecinos que a la medianoche del domingo, horas después de la desaparición del niño, se fue a su cuarto a jugar Free Fire. Más tarde, en sus redes sociales compartió una publicación de la desaparición de su hermano.
El escrito acusatorio de la Fiscalía señala que las agravantes del asesinato se consignan en los artículos 139 y 140 del Código Penal.