El excandidato presidencial venezolano Enrique Márquez, acompañado por una veintena de chavistas disidentes, solicitó ante la corte suprema la nulidad de la sentencia emanada de esa misma instancia que convalidó la cuestionada reelección de Nicolás Maduro.
Márquez, exdirectivo del Consejo Nacional Electoral por la oposición, introdujo el recurso ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), señalado de servir al chavismo gobernante.
🇻🇪El presidente de Paraguay, Santiago Peña, insistió en que «la democracia es simplemente innegociable» al intervenir en la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas.
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«Estamos pidiendo y mostrando los vicios de inconstitucionalidad que presenta la sentencia número 31 del mes de agosto pasado (…). Hemos mostrado los vicios de inconstitucionalidad, sobre todo de la violación de la soberanía popular recogida en el sufragio del debido proceso», dijo Márquez a periodistas tras consignar el documento.
Se refiere a la certificación que hizo la máxima corte del país de los resultados de las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro fue proclamado vencedor mientras la oposición denunciaba fraude y reivindicaba la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia.
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Márquez, uno de los 10 candidatos, participó del proceso solicitado por el propio Maduro. El TSJ certificó la reelección de Maduro tras un peritaje que aseguró haber hecho a las cajas con las papeletas de votación del Consejo Nacional Electoral (CNE), que hasta la fecha no publicó el escrutinio mesa por mesa como obliga la ley.
El CNE también está señalado de trabajar para el gobierno.
«Nuestra democracia está amenazada, está en riesgo. Nuestra República está en riesgo. La paz y la convivencia de los venezolanos están violados», insistió Márquez.
El TSJ -que indicó que la sentencia que ratifica la victoria de Maduro es inapelable- prometió a Márquez iniciar el proceso en cinco días.
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El recurso fue suscrito por miles de personas de forma digital y recibió el apoyo de antiguos altos funcionarios del chavismo, que desertaron tras la llegada de Maduro al poder.
«Traidor es quien pretende secuestrar la voluntad popular», dijo a la AFP María Alejandra Díaz, una cercana aliada del fallecido líder socialista Hugo Chávez, predecesor de Maduro, con quien rompió.
Hoy apoya el recurso de Márquez: «Militamos en aceras distintas, hoy no hay aceras sino que está el pueblo unido aún pensando diferente defendiendo la Constitución».
«Lamentablemente la era post Chávez es una era oscura, una era que se ha centrado en el autoritarismo, en el desconocimiento de los derechos de los trabajadores, de la propia Constitución», añadió Díaz.
AFP
