Aunque el Partido Demócrata continuará obteniendo la gran mayoría de los votos latinos durante las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la extrema derecha en el país está creciendo poco a poco, según expertos.
Para Eduardo Gamarra, profesor de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, se está “empezando a ver una cantidad muy pequeña de un pequeño grupo que se inclina hacia estos extremos, especialmente hacia la derecha”, dijo en un panel organizado por el Brennan Center de la Universidad de Nueva York.
No obstante, aclaró que “es un error asumir que cualquier latino” que vote por el expresidente y candidato presidencial republicano Donald Trump pertenezca a ese partido, «es parte de este extremismo”.
Según el especialista, el crecimiento es pequeño y citó una encuesta que elaboró recientemente que indica que cuando se le pregunta al votante si cambiaría de partido, el 13 % respondió afirmativamente, mientras que un 30 % reconoció que pasó de las filas demócratas a las republicanas.
“Estamos viendo eso en las cifras. Lo estamos viendo en la intención de voto”, agregó, duranthttps://nicaraguainvestiga.com/mundo/155071-huracan-milton-deja-al-menos-16-muertos-en-florida-donde-comienza-reconstruccion/e el conversatorio virtual «Los latinos y la extrema derecha».
Por su parte, la periodista Paola Ramos, autora de Defectors, un libro en donde relata cómo la raza, la identidad y el trauma político han influido en el aumento del sentimiento de extrema derecha entre los latinos, señaló que “el partido demócrata seguirá ganando el voto latino”, aunque insistió en que Trump “está haciendo pequeños avances, avances significativos entre los votantes latinos”.
“He descubierto en mis reportajes que hay una cantidad de personas que están coqueteando con el extremismo y se están integrando a estos grupos, y eso está creciendo”, dijo Ramos, quien insistió en que es “alarmante” que Trump utilice «un lenguaje racista en todo el país”, y de esta manera, tenga entre un 30 % y un 40 % de apoyo entre los latinos.
Latinos “pragmáticos”
El profesor Gamarra enfatizó en que “la mayoría de latinos son pragmáticos” cuando se trata de votar y, en este sentido, están en medio, por lo que los partidos deben trabajar es básicamente a “responder a las necesidades” de esta población.
“Hemos preguntado en los últimos años, por ejemplo, en el contexto de esta idea de que los latinos tienen tanto miedo al socialismo y están tan cerca de las ideas del capitalismo. Y lo que encontramos es que realmente los latinos son muy pragmáticos”, señaló el académico.
Para el encuestador y analista, la mayoría de los latinos “tienen sentido común sobre cómo ven la política. Sus preocupaciones son las mismas que las de todos los demás. Están preocupados por su estabilidad económica… por las cosas que afectan a sus familias, etc. Eso es muy importante en el contexto de cómo otros quieren radicalizar a los latinos, ya sea empujándolos hacia la extrema derecha o hacia la extrema izquierda”.
Por ejemplo, según Gamarra, el mensaje anti socialista y anti liberal que utilizan los republicanos puede funcionar bien en el sur de Florida, pero no con los hispanos fuera de este estado.
Netanyahu amenaza a Líbano con «una destrucción» similar a la de Gaza
Cambios generacionales e influencias
Existen diferentes influencias, según los expertos, para que las generaciones cambien sus inclinaciones políticas.
Para Gamarra, las teorías de socialización política particularmente con los inmigrantes supone que las generaciones tienden a volverse mucho más liberales, “mucho más integrados a la corriente dominante estadounidense”, pero hay excepciones.
Por ejemplo -dijo el profesor- en Florida, se planteó la tesis de que los cubanoamericanos y quizás hasta cierto punto los venezolanos y colombianos, se volverían mucho más liberales con el tiempo, pero “algunos de los inmigrantes más conservadores de Florida que estamos viendo hoy son personas que han llegado en la última década”.
Además, ahora se está “viendo una comunidad que es muy diferente de la que éramos hace 20 años. Somos más estadounidenses. Nos hemos asimilado más y somos menores de 50 años, predominantemente como votantes. Y ahora hablamos más inglés y español”, afirmó Paola Ramos.
La periodista explicó que en su libro describe cómo el electorado latino está alineado con los valores progresistas y además cómo viven una especie de trauma político.
Trump envió en secreto pruebas de detección de covid-19 a Putin
¿Blancos?
Los expertos también indicaron que, aunque es un número reducido, también está creciendo el número de personas vinculadas a ciertas tendencias políticas que están dispuestas a recurrir a la violencia.
Según Ramos, hay “una distinción entre el Partido Republicano y la plataforma republicana y lo que Trump es y representa hoy… Dentro de ese sector del trumpismo que tiene tantas facetas de violencia entre nosotros, pero dentro de eso, personalmente he visto un cambio pequeño, pero creciente de latinos que están entrando en ese mundo”.
Según ella, la comunidad latina en EEUU tiene una gran diferencia con el resto de la personas de la región y es que es una población que puede “incluso jugar una especie de baile racial… Algunos latinos se ven a sí mismos como parte de la comunidad blanca en EEUU y muchos están encontrando una esperanza en ese EEUU que creo que el trumpismo les está pintando”.
En su libro, por ejemplo, Ramos demuestra que no todos los supremacistas blancos son blancos y se refiere a los Proud Boys, el grupo de ultraderecha trumpista y a su exlíder Enrique Tarrio, de origen cubano.
En este sentido, Michael German, exagente especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) e investigador del Programa sobre Libertad y Seguridad Nacional del Brennan Center aclaró que “es un error considerar la supremacía blanca como una forma de extremismo”.
Pero aclaró que es importante entender cómo los sistemas políticos y sociales “se fundaron en la supremacía blanca” y cómo eso todavía afecta a la sociedad actual.
En este sentido, enfatizó que los grupos de supremacía blanca “saben que son particularmente impopulares” y al reclutar para cometer actos violentos “no pueden ser demasiado exigentes a la hora de traer gente. Cualquiera que esté dispuesto a luchar junto a ellos es bienvenido, incluso si se trata de un alojamiento temporal”, incluso así no encajen con sus ideologías.
Voz de América
