La Junta Directiva de la Asamblea Nacional recibió oficialmente una propuesta de reforma parcial a la Constitución Política de la República, presentada por la Claudia Curtis, miembro del equipo jurídico de la Secretaría de la Presidencia, informaron los medios oficialistas este martes 19 de noviembre de 2024.
La iniciativa, respaldada por los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, fue entregada en un acto protocolario que el régimen justifica es para «modernizar y actualizar» la Carta Magna, para lo que ellos consideran los «nuevos tiempos».
Según Curtis, la reforma, que responde a una iniciativa del Ejecutivo, es parte de un proceso de «modernización» que, de acuerdo con los miembros del gobierno, busca actualizar la Constitución a las realidades del país.
El presidente de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, expresó su disposición a trabajar «rápidamente» en el análisis y discusión de esta propuesta, destacando su importancia.
«Está iniciativa vamos a trabajar rápidamente en ella, es muy importante y por eso estamos aquí toda la Junta Directiva recibiendo esta iniciativa del Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo», manifestó Porras.
Lo que esconden las reformas
Aunque aún no se conocen los detalles de esta propuesta de reforma, lo cierto es que es vista como un nuevo intento del régimen de Ortega para consolidar su poder en medio del contexto represivo que mantiene en todo el país.
En ese sentido, esta reforma es percibida como un paso más en su estrategia de perpetuar su control sobre el país, más allá de una genuina «modernización» de la Constitución.
En Nicaragua, los opositores han denunciado que las reformas del régimen no buscan más que la reafirmación de un sistema que ha venido desmantelando el sistema democrático, silenciando la disidencia y controlando la prensa.
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Desde la aprobación de la reforma a la Ley Electoral en 2021, que permitió que Ortega se presentara a las elecciones en un ambiente de represión y sin competencia real, las reformas a la Constitución podrían tener un impacto similar, favoreciendo una mayor centralización del poder en manos de la dictadura y limitando aún más las posibilidades de una alternancia política o de una democracia pluralista.
La reforma parcial de la Constitución se suma a una serie de medidas adoptadas por el gobierno que buscan, según críticos, instaurar un sistema de partido único y de control absoluto del aparato estatal.
La «actualización» de la Constitución, lejos de ofrecer una apertura al pluralismo político, podría fortalecer el régimen de Ortega y Murillo en su permanencia en el poder.