Los líderes de la comunidad indígena de Wasaki demandan a las autoridades municipales el cese de la usurpación de sus tierras que han promovido desde años atrás y ha llegado hasta el derramamiento de sangre, según Sergio Poveda, representante de esta comunidad Mayagna.
«Ya es demasiado las violaciones y las imposiciones por parte de las autoridades municipales» mencionó Poveda en conferencia de prensa y agregó que estos conflictos de invasión de tierra han dejado al menos 7 comunitarios asesinados en los últimos años.
Tierras de Alal siguen tomadas por invasores y comunitarios denuncian hambruna
Los líderes mayangnas aseguran que tienen documentación legal de las 36 mil hectáreas que comprende el territorio Wasaki. Poveda explicó que estos son títulos de propiedad comunal que adquirieron desde 1905.
“Los mestizos pueden venir a trabajar pero debe ser aprobado por la asamblea comunal”, indicó el líder indígena Alberto Palacios, quien dejó claro que las tierras no pueden ser vendidas porque los títulos de propiedad comunal no lo permiten y nadie está realmente interesado en vender.
Palacios hizo hincapié en que ya han sostenido reuniones con representantes de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para exponerles sus caso y solicitar acciones que demanden a Estado el respeto de sus territorios.
7 comunitarios asesinados producto de invasión de colonos
Sergio Poveda explicó que «los conflictos de tenencia de tierra surgen a partir de 1982» con el gobierno sandinista de la época. En ese mismo año, dos comunitarios fueron asesinados por los invasores. De igual manera, el también líder mayangna Alberto Palacios denunció que en 2009 dos estudiantes universitarios que habitaban en la comunidad también fueron asesinados por colonos.
Palacios denuncia que tres personas fueron asesinadas el pasado 26 de marzo de 2020 durante un ataque de colonos a los comunitarios. Según Poveda, el hecho ocurrió a las dos de la tarde de ese día, y la Policía Nacional se presentó al lugar hasta las siete de la noche y dijeron que no podían realizar investigaciones porque tenían órdenes de no trabajar por la noche en esa zona.
Al día siguiente, la Policía Nacional regresó al lugar y encontraron a los tres comunitarios asesinados más otras dos personas heridas. Poveda menciona que uno «de los actores principales» del ataque fue detenido por las autoridades policiales mientras que los demás lograron escapar.
Las personas asesinadas fueron Dunez Morales Rodolfo de 28 años, Mildo Dolores Morales de 35 años y Rubén Jacobo Benlis de 36 años.
Días después de los hechos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos valoró que los constantes ataques a las comunidades indígenas “afectan seria y estructuralmente el derecho a la tierra y al territorio de las comunidades, así como a la vida e integridad de sus miembros” y agregó que el Estado debe garantizar protección y reparación “mediante procedimientos adecuados y afectivos”, sin embargo, el gobierno de Daniel Ortega suele ignorar las recomendaciones de la CIDH y demás organismos defensores de derechos humanos.
En los primeros cuatro meses del año 2020 se han reportado distintos ataques a comunidades indígenas como el asesinato de seis miembros de la Comunidad Miskitu de Alal ubicada en Bosawás, así como un ataque armado a miskitus de la Comunidad Santa Clara, ubicada en el municipio de Waspam. Esta última comunidad habría recibido medidas cautelares por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos debido a las constantes invasiones y ataques por parte de colonos.
Foto principal: Redes CIDH
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