Consumidores han denunciado que la tarifa energética continúa registrando en los recibos altos costos en hogares, micros, pequeñas y medianas empresas. A pesar que los precios del tanto del petróleo y combustible han tenido una baja abrupta en las últimas semanas producto del impacto del COVID19, en Nicaragua se mantiene una tarifa excesivamente alta por el consumo del kilovatio.
Días atrás la distribuidora DISSNORTE-DISSUR llegó a suspender el fluido eléctrico en un hogar mientras se llevaba a cabo un velorio en Rivas. La mujer que velaban de nombre Martha Meléndez de 52 años de edad, se quitó la vida por el ahogamiento de deudas con la distribuidora de energía; además, quedó en evidencia el corte eléctrico un día después de su deceso.
El Presidente de Conimipyme, Leonardo Torres semanas atrás denunció que la distribuidora de energía debía suspender los cortes de energía por tres meses. Según él, DISNORTE-DISSUR debe considerar que el país “está atravesando por una pandemia y que la economía se ha visto golpeada. El gobiernos ve a las cámaras empresariales como un enemigo”.
Juan Carlos López de la Defensa del Consumidor, dijo a Nicaragua Investiga en la mayoría de los casos no tiene “voluntad” el gobierno de disminuir la tarifa energética. Pues, según él, ya los precios de las tarifas energéticas estarían mostrado una disminución, pero pretenden obtener pérdidas o márgenes de ganancias.
“El remanente que puede quedar por un precio bajo que compra en el último mes de los combustibles a nivel internacional, realmente ese es el porcentaje diferencial, se puede aplicar de futuro, posiblemente a mes y medio; o solamente que se lo queden como margen de ganancia”, señala López, y cree que más podría mantenerse la tarifa eléctrica.
“Si hay oportunidad para disminuir la tarifa no lo van a aplicar porque es la oportunidad de poder recuperar la oportunidad de recuperar algunas pérdidas o ganancias que no se han reflejado como no excedente para la generadora o el centro distribuidora que es DISSNORTE”, expresa López.
Juan Carlos López dice que tiempo atrás la empresa privada junto al gobierno se había reunido para realizar medidas paliativas sobre el consumo eléctrico pero eso no se dio porque no hubo “voluntad política ni empresarial”.
“Iba a ver una reducción en los pliegos tarifarios que se iba a simplificar en mejores tarifas, supuestamente. Eso no sucedió porque realmente no hubo voluntad política, no hubo voluntad empresarial, se juntaron las dos realidades y a la gente se le engañó (…) se quedaron un montón de estructuras para no disminuir el costo de la tarifa eléctrica ni tocar los pliegos de la tarifa”, recuerda el defensor a los derechos del consumidor.
Por otra parte señala si desde aquel entonces “había mejor relación pública del sector privado con el gobierno no lo abordaron, mucho hoy en día donde las cámaras se ven como antagónicas ante el gobierno”.
Las cámaras privadas están perdiendo su tiempo en pronunciamientos
Juan Carlos López sostiene que por más que exija envíe cartas o haga un pronunciamiento el sector privado hacia el gobierno, pues “las cámaras empresariales realmente están perdiendo su tiempo. Y lo que están haciendo es mandar un mensaje que no pueden seguir con estos costos”.
“Lo que han hecho la cámara de Cadin, la cámara de comercio es insuficiente ya que ellos pueden tomar otras medidas económicas que realmente pudiera hacerle frente ante la empresa distribuidora de energía donde le podría mover el piso, sin embargo no existe esa capacidad organizativa y hay un temor de las cámaras y de sus líderes”.
¿Qué podría hacer la ciudadanía para un reajuste bajo de tarifa energética?
Juan Carlos López deja claro que el consumidor puede establecer medidas de organización que pudiera liderar campañas de reclamos ante la distribuidora de energía: “no pagar los servicios durante un lapso de tiempo, de recolección de firmas y llevarlas a DISSNORTE e INE (Instituto Nicaragüense de Energía)”, sugiere el defensor a los derechos del consumidor.
«La gente puede hacer muchas cosas pero tiene que tener un punto de visión o una estructura que los lidere donde pueda echar de ver cuáles son sus derechos y por otro lado hacer que la gente despierte ese nivel de quejas y de reclamos”, dice, y agrega se necesitan una “organización solidad, un esquema, una estrategia y una cantidad de alianza de sectores gremiales metiendo facturas de reclamos masivas y solicitando cambios de precios tarifarios”
Rodrigo
mayo 9, 2020 at 4:52 pm
Yo he conocido de varios casos de tarifas exageradas y alteradas en la ciudad de Managua y verdaderamente es complicada esta situación, más con la crisis que afecta a Nicaragua desde abril de 2018 y ahora la crisis sanitaria que afecta al país y al mundo entero.
Mariangeles
mayo 11, 2020 at 11:40 am
La Solución es. NO PAGAR Y PUNTO