El preso político Chéster Membreño logró esquivar las fuertes medidas de seguridad de la cárcel Modelo para enviar un mensaje a sus amigos y familiares e informar que ayer mismo, mientras su mamá era sepultada, luego de una larga agonía provocada por la tristeza que le causó su apresamiento, en los juzgados de Managua lo estaban condenando a 30 años de prisión por delitos de terrorismo.
“Aquí estoy, todos estamos en la galería en el culto , todos me han dado palabras de consuelo, mis compañeros (..) aquí estoy fuerte sabiendo que mi madre está con Jesucristo ya descansando”, dijo visiblemente conmovido Membreño, quien era autoconvocado de Masaya. El 20 de junio le quemaron su casa en esa ciudad y fue apresado un mes después acusado de terrorismo.
Chéster denunció que no le avisaron sobre la muerte de su madre Cela Palacios y que más bien lo llevaron a los juzgados ese mismo día, apurando el proceso para evitar que éste pidiera permiso para asistir al sepelio de su progenitora.
“Hoy (ayer) me llevaron a los juzgados todo el día forzado me llevaron a los juzgados, seguro para poner el pretexto de que no me dieran el permiso, sin decirme nada, yo me di cuenta en el canal 10 hace poco, ahí estuve todo el día en los juzgados sin comer, para leer la juez los 30 años que me pusieron”.
Chester aseguró que ayer mismo, mientras sepultaban a su mamá un juez orteguista le dictaba 30 años de sentencia, la pena máxima que permite la ley nicaragüense. La señora Celia Palacios, madre de Membreño era también su abogada defensora. Personas cercanas a la familia indican que ella murió de depresión, porque por más que se esforzó no logró liberar a su hijo.
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