La ciudad de Bluefields, en el Caribe Sur de Nicaragua resiente mucho más la caída económica que experimenta el país desde hace tres años. La crisis sociopolítica del 2018 representó bajas en el sector comercio, debido a la escasez de productos y el incremento de los costos, luego la pandemia llevó a muchas personas a someterse a una auto cuarentena que tuvo repercusiones en la actividad comercial.
Algunos negocios como hoteles, restaurantes, tiendas comerciales y discotecas, se vieron obligados a cerrar de manera temporal en el 2020 y aunque muchos han reabierto con medidas de seguridad, el ritmo no se recupera.
Lisbeth Navas, es una vendedora de Bluefields, que se gana la vida en la calle vendiendo bisuterías, calzado y ropa. “Las ventas están pésimas desde hace un año, desde la pandemia no nos hemos podido recuperar (…) la mayor parte de los comerciantes trabajamos con crédito y si no podemos pagar, pedimos prórroga, porque la situación está difícil”, relata la comerciante.
Teresa Somoza, tiene un tramo en el Marcado Teodoro Martínez. Hace más de 20 años se dedica a vender granos básicos. “Estamos mal, porque desde el 2020 las ventas no mejoran, la gente no compra como antes y para colmo hay inestabilidad en los precios de los productos, por ejemplo el aceite tiene tres semanas de estar teniendo alzas, no todos los clientes lo pueden comprar porque por litro sale a sesenta córdobas, la pandemia vino a cambiar las cosas”, aseguró.
Sin acceso a créditos
El contador público autorizado Eddy Traña, realiza estados financieros de muchas empresas e instituciones del Estado en Bluefields, y afirma que desde que se dieron los primeros casos de coronavirus la actividad económica se fue disminuyendo. “La población se limitó de comprar, de salir y eso representó menos ventas, se pensaba que con la normalización de las clases la economía iba a levantarse, pero no ha sido así, porque el incremento en las ventas fue poco, tal vez más adelante las cosas sean favorables para la región y el país, los comerciantes necesitan un respiro, recordemos que los bancos dejaron de hacer préstamos” detalló Traña.
Traña a su vez comentó que los bancos ya empiezan a abrir créditos, financiando vehículos y motos, “yo hago estados financieros y eso me da una visión de que las cosas van mejorando, hay que adaptarse a las nuevas medidas en relación al virus, no hay que caer en depresión, ni descuidar los negocios, componer los precios y mantener una estabilidad, si los empresarios mantienen una permanencia en sus establecimientos en ese caso no hay necesidad de hacer préstamos al banco o a financieras” explicó Traña.
La población de Bluefields, generalmente sobrevive de las remesas que envían los costeños que están fuera del país o bien que trabajan en barcos turísticos, no obstante muchas de estas personas han quedado en el desempleo o a la espera de que sus compañías reanuden operaciones, lo cierto es que no están devengando salarios y por ello no pueden mandar dinero a sus hogares, y esa también es una de las causas del poco movimiento económico que vive la ciudad caribeña.
You must be logged in to post a comment Login