El exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rafael Solís, reveló que tuvo acceso a los dictámenes del Instituto de Medicina Legal (IML), donde corroboró que en la represión de abril de 2018 hubo participación de francotiradores para disparar en contra de los manifestantes en tres partes precisas del cuerpo.
“Yo me leí todos los dictámenes antes de renunciar y lo que más me impactó fueron los francotiradores tirando directo a tres lugares. Fue a la cabeza, la parte esta del cerebro, a la nuca o lo tiraban en la parte frontal en lo que era el cuello o al corazón”, reveló en una entrevista con la plataforma digital Nicaragua Actual, en Costa Rica.
El exmagistrado de la Corte de Justicia, Rafael Solís critica propuestas de reformas a Ley Electoral
Solís señaló que fue una “gran cantidad de dictámenes de Medicina Legal a la cual yo tuvo acceso, porque obviamente era magistrado y podía pedirlos, a los cuales no tuvo acceso en su mayoría ni la Comisión Interamericana ni el GIEI”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) visitaron Nicaragua para documentar e investigar los acontecimientos de abril de 2018, que dejó más de 300 fallecidos, pero estos organismos internacionales no tuvieron acceso a estos dictámenes porque el gobierno de Ortega no se los facilitó.
Sin embargo, los reportes periodísticos revelaban que agentes policías y paramilitares dispararon con precisión a matar a los nicaragüenses que protestaron en contra del gobierno sandinista. Tal es el caso del joven universitario, Enoc Moisés López Alegría, quien sobrevivió de un disparo en la frente.
Roberto Rizo, también estudiante de la Universidad Nacional Agraria y que fue alcanzado por una bala y perdió su ojo, en abril de 2018.
“Se estableció este tipo de procedimientos que te indica que hubo una dirección de asesinar a estos muchachos, pues que no fue un enfrentamiento qué se yo, normal, en una barricada, uno disparaba el otro disparaba… como cuando nosotros estuvimos en la insurrección (Revolución Sandinista de 1979), combatíamos en la guardia, yo estuve combatiendo en El Dorado (Managua) y estábamos volándonos bala frente a frente”, explicó Rafael Solís, quien trabajó de la mano con el gobierno de Daniel Ortega por más de 41 años.
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