El ambiente de desolación que se observa en las calles de las ciudades de los distintos departamentos del país ha quedado registrado a través de diversos reportes. Como si fuera un fin de semana normal, este domingo 7 de noviembre los centros de votación lucían vacíos.
Las cámaras de los teléfonos celulares han logrado captar la poca asistencia de votantes en los centros donde funcionan las Juntas Receptoras de Votos, JRV.
Según los reportes ciudadanos, la ausencia de personas ha predominado en el paisaje dominical de todo el departamento de Boaco.
En otras elecciones, en esos mismos centros de votación, el ambiente ha sido de constante movimiento, incluso en las votaciones del 2016 que pudo registrarse baja participación, pero esta vez, la poca asistencia podría marcar niveles históricos.
El registro de imágenes a lo largo de las horas, desde que fueron abiertos los recintos, demuestra que muchos ciudadanos “han preferido tomar las cosas con calma” y dedicar su tiempo para los quehaceres en el hogar.
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Históricamente en las comunidades rurales la decisión de votar implica el recorrido de grandes distancias, por lo que los partidos deben realizar un esfuerzo adicional de convencer a la ciudadanía, pero este año, la campaña fue extremadamente discreta, sumada al poco interés mostrado por muchas personas para estas votaciones.
En el departamento de Chinandega se observa una situación similar. En el municipio de El Realejo, la poca afluencia de personas en las Juntas Receptoras de Voto obligó a fanáticos progobierno a visitar casa a casa a la ciudadanía, particularmente a sus copartidarios, para que ejerzan el sufragio.
El Centro de Votación de la comunidad Terencio Munguía, de esta misma localidad tenía muy pocos ciudadanos en fila. Las calles también lucen vacías.
La escasa participación también fue notable en las JRV de la ciudad de Granada. En el centro de votación del Instituto Tecnológico, Intecna, el lugar se miró desolado según reportes de medios locales.
En el centro de votación que funciona en el colegio Carlos A. Bravo de calle La Calzada, sus mesas lucían vacías en las primeras horas de la mañana y hasta tiempo más tarde se observó la llegada de gente “a cuenta gotas”.
Una fuente de esta ciudad dijo que militantes de este centro de votación también se organizaban para ir de casa en casa con miembros del Consejo del Poder Ciudadano, CPC, a buscar a quienes han decidido quedarse en casa. “Tienen una lista para cada barrio”, confiaron.
Mientras esto ocurría algunas iglesias lucían más llenas que las mesas de votación. En el caso del mercado de esta ciudad, los comerciantes abrieron sus tramos normalmente y decían que “era para ellos un día domingo normal”.
El ambiente turístico de esta ciudad parece ir como cada fin de semana cualquiera. Los puestos de comida y otros negocios se encontraban atendiendo al público con toda normalidad, como si no hubiesen elecciones generales.
La poca afluencia en comparación con años anteriores también fue constatada por la corresponsalía de medios en Matagalpa. En el caso de Jinotega, fue mínima la movilización a las JRV ubicadas en centros escolares como el Instituto Nacional Juan Jose Rodriguez, que en otras jornadas electorales se desbordaba de votantes que buscaban a través de ejercer su voto un cambio social.
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