Las remesas que envían los nicaragüenses, que a lo largo de décadas han emigrado o huido de los regímenes autoritarios, son un gran soporte para la siempre débil economía nacional, a tal punto que en la actualidad representan aproximadamente un 17% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Según registros del Banco Central de Nicaragua, solo en el 2021 la remesas familiares alcanzaron los 2,146.9 millones de dólares, un 16% más que en 2020.
Pero hay algo que debe ser recalcado: la crisis económica y política que vive el país desde el 2018 es un factor fundamental para que se estén registrando cada año récord de remesas. Los mismos números así lo reflejan. Si se compara el 2017 cuando se recibieron 1,390.8 millones de dólares en remesas con el cierre del 2021, hablamos de un incremento de 756.1 millones de dólares en apenas cuatro años.
En el 2018, año del inicio de la crisis, Nicaragua cerró con 1,501.2 millones de dólares en remesas, 7.9% más que en el 2017. En el 2019 fueron 1,682.4 millones de dólares, un 12,1 % más que en el 2018. En el 2020 fueron 1,851.4 millones de dólares, un 10% más que en el 2019.
En el 2010, siete años antes del estallido social del 2018, las remesas que recibía Nicaragua eran de 822.8 millones de dólares. O sea, en los siguientes siete años, solo se incrementaron en 568 millones de dólares.
Incrementan los exiliados, incrementan las remesas
Es decir, el incremento de las remesas del 2018 a la fecha coincide con una nueva ola migratoria hacia Costa Rica, España y Estados Unidos, principalmente. Se trata de una migración forzada tanto por razones económicas como por razones de seguridad.
Solo en Costa Rica desde el 2018 las autoridades han recibido más de 100 mil solicitudes de refugio.
La migración irregular hacia Estados Unidos no es menor y se empezó a disparar especialmente en el 2021. Para ponerlo en perspectiva, según las autoridades estadounidenses, en octubre del 2020 solo 256 nicaragüenses fueron detenidos en su frontera sur. Ya en julio del 2021 fuero detenidos 13 338 nicaragüenses.
Estos flujos no se han detenido. La Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) contabilizó entre octubre del 2020 y octubre del 2021 un total de 50,722 nicaragüenses detenidos, y de octubre del 2021 a febrero del 2022 otra cifra aún mayor: 63,312 nicaragüenses.
Las personas, el bien de exportación más lucrativo
La migración no es nada exclusiva de Nicaragua. Honduras, El Salvador y Guatemala, tiene mayores flujos de migrantes. Lo que llama la atención, según un economista que habló bajo condición de anonimato, es que los nicas están saliendo del país porque el gobierno no les está generando confianza de que las cosas van a mejorar.
“La gente se va porque no ve perspectiva de futuro en Nicaragua. A eso agregale el temor que infunde el gobierno con el encarcelamiento, el asedio. Ese temor lo sienten hasta los simpatizantes del Frente (FSLN, el partido en el poder), que no pueden ni salir del país”, explicó.
“Pero hay que dejar bien en claro que esto de que la gente se va no es nada nuevo. Durante los gobiernos de doña Violeta, de Alemán, de don Enrique también hubo miles nicaragüenses que se vieron obligados a irse, claro, la razón era otra, era más económica”, agregó.
Al respecto, recuerda que la mano de obra nicaragüense es el principal “bien de exportación” que tiene el país. “No hay ningún rubro que genere más dinero a Nicaragua que las personas. Ni el oro ni el café ni el ganado, nada. El año pasado fueron más de 2 mil millones en remesas ¿qué otro productor de exportación generó tanto?, ninguno”, señaló.
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