Daniel Ortega promete por enésima vez un canal interoceánico

El dictador Daniel Ortega volvió a prometer la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, un megaproyecto cuya concesión se la otorgó en el 2013 al oscuro empresario chino Wang Jing.

Este miércoles, en la Avenida Bolivar, durante el acto en celebración del 166 aniversario de la Batalla de San Jacinto y el 201 de la firma del Acta de Independencia de Centroamérica, Ortega aseguró ante los estudiantes que «en algún momento» se concretizará el proyecto, aunque omitió el incumplimiento de Wang Jing al acuerdo firmado.

«El canal en algún momento será una realidad aquí en Nicaragua. ¿Por qué? porque es cierto que hay un canal por Panamá, que ha sido ampliado, pero las demandas del tráfico internacional son tan grandes que se hace necesario el canal por Nicaragua», afirmó Ortega.

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Ante las críticas, en diciembre del 2014, el régimen y el empresario chino dieron inicio a la construcción del polémico proyecto. Se suponía que en el 2019 estaría cruzando el primer barco, sin embargo, lo del 2014 no pasó de ser más que un acto: las maquinarias nunca llegaron a cavar una sola zanja.

Precisamente en junio del 2019 se venció el plazo de seis años para la construcción del faraónico canal. Wang Jing se había comprometido a buscar los 50 mil millones de dólares que costaría el proyecto. Esto generaría cientos de miles de puestos de empleo y dispararía el Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua hasta el 15%. Nada de eso sucedió: el país sigue siendo el segundo más pobre del hemisfero.

Proyectos fantasmas de Ortega 

Junto al proyecto del Canal Interoceánico, Daniel Ortega ha prometido a sus bases una serie de proyectos que no se han desarrollado y que, se han quedado estancados ante la falta de viabilidad.

Tal es el caso de la refinería «El supremo sueño de Bolívar» que fue anunciaron junto al extinto dictador Hugo Chávez tras el retorno de Daniel Ortega al poder en el año 2007 y que pretendía abastecer a los países que conformaban la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). El proyecto inició con la colocación de la primera piedra, pero no dio fruto alguno.

Otro de los proyectos es la planta de producción de vacunas a través del Instituto Mechnikov en Nicaragua manejado por el hijo del régimen sandinista Laureano Ortega.