Rosario Murillo, vicepresidenta del país, anunció que desde el 11 de marzo hasta el 15 de abril de este año, en plena época de alerta mundial por coronavirus, se crearon en Nicaragua 755 nuevos emprendimientos.
Mencionó que entre los nacientes negocios hay talleres de refrigeración, clínicas veterinarias, salones de belleza, pulperías, comiderías, puestos de verduras y cafeterías. Se jactó de las cifras a pesar de ser “un mes complicado”.
Dijo que estos 755 negocios representaron 3,775 nuevos empleos, y aseguró que son parte del “modelo de economía creativa” que impulsa su gobierno.
Para Murillo las cifras son alentadoras, porque dice que desde inicios de año hasta hoy, en total se han abierto 3,388 negocios de este tipo, representando 17,940 empleos.
Sin embargo no mencionó cuántas de esas personas se dedicaron a estas actividades informales por haber perdido su empleo, debido a los despidos que impulsan diversas empresas en medio del turbio panorama económico que plantea la crisis sanitaria.
Solo un mes de emergencia por Covid19, ya representó el despido de más de 2,700 trabajadores de las zonas francas, mientras otros nueve mil se encuentran en un limbo laboral ya que las empresas que los contrataban han suspendido operaciones temporalmente y con la venia del gobierno les han enviado de vacaciones sin goce de salario, según un informe del Movimiento de Mujeres Maria Elena Cuadra.
Para Murillo, quienes cuestionan este tipo de empleo, el informal, que no representa beneficios laborales y de seguridad social para quienes lo ejercen, es una burla a la realidad y la característica de esfuerzo del nicaragüense.
“Algunas personas desgraciadamente enfermas de corazón, se ríen cuando mencionamos estos emprendimientos, se mofan y ese es el trabajo de la gente y es el trabajo humilde que nos permite llevar el alimento a nuestros hogares”, expresó Murillo.
El empleo informal representa según cifras de 2017 de la Fundación Internacional para el Desafío Económico y Global Fideg, el 70% de la fuerza laboral activa del país, y para Murillo es el “modelo económico”, que impulsa su gobierno, ya que según ella, es el pueblo humilde “el que crea la riqueza del país”.
Los economistas señalan que el empleo informal no representa desarrollo para el país porque no paga impuestos, y tampoco es beneficioso para quienes lo ejercen porque carece de políticas de protección social y laboral.
Sin oportunidades
Desde el abril de 2018 “los emprendedores están en modo de sobrevivencia extrema, porque no existen condiciones, no existen oportunidades y si existen están politizadas”, dice Miztle Mejía, líder de emprendimiento.
Mejía afirma que ante el actual panorama “muchos emprededores han tenido que recortar su personal” y una gran parte de los nuevos negocios que están surgiendo corresponden a personas que no tienen opción porque han sido despedidas de sus trabajos y “con la liquidación han buscado qué hacer”.
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Para Miztle Mejía, la apertura de este tipo de empleo informal más que dar una buena imagen del país retrata una realidad dura y negativa “porque no tenés posibilidades, no tenés opciones a préstamos”.
Para él es importante que desde el gobierno se promueva una ley de impulso a los emprendedores que implique programas de acceso a financiamientos, capacitaciones y redes de contacto que les permita realmente fortalecer sus negocios y pasar prontamente a la formalidad.
Foto principal: Nicaragua Investiga
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